Juan Acevedo

Juan Acevedo acaba de concluir en Madrid dos talleres para el aprendizaje de lo que él prefiere llamar historietas, y no comics o tebeos, y ha iniciado uno en Valencia, el 14 de julio, que finalizará hoy. A partir de su experiencia de más de 11 años como educador popular en diversos países latinoamericanos, ha llegado a la conclusión de que es más fácil enseñar a jóvenes y adultos a expresarse a través del dibujo que a través de la escritura. Acevedo está considerado como uno de los más conocidos humoristas gráficos, de América Latina.

"Pero yo no sé dibujar", suele ser la frase que pronuncian al principio los participantes en estos talleres, desconfiando, como solemos hacerlo todos, de nuestras capacidades para expresarnos a través del dibujo. El propósito de Juan Acevedo es el de democratizar el lenguaje de la imagen, hacerlo accesible a cualquiera. Estos talleres forman parte de una labor educativa que viene desarrollando desde 1978 a nivel latinoamericano, a partir de la publicación de su libro Para hacer historietas (Editorial Popular, Madrid)."Somos grandes consumidores de imágenes, imágenes que se nos dan ya elaboradas. Los 11 años que llevo trabajando me han hecho ver que es posible enseñar a cualquiera a utilizar el lenguaje de la historieta para contar sus propias historias, que sean crea dores de sus propias imágenes dice.

Como educador, Juan Acevedo ha divulgado su método a través de invitaciones a Nicaragua, Colombia, México, Cuba, Costa Rica, República Federal de Alemania y España. Aquí estuvo en 1981, y dio cuatro cursos en escuelas de verano de Valencia, Sevilla, Extremadura y Gijón.

"En España se comparte la vocación por la imagen que hay en América Latina. Los que han asistido a estos talleres han sido en su mayor parte profesores que deseaban incorporar en sus programas a la historieta Lo que trato de demostrar con este método es que la palabra escrita no está reñida con la imagen dibujada, y que la historieta, producto de ambos lenguajes, no coarta la imaginación del lector, sino todo lo contrario".

"Yo diría que es más difícil aprender a escribir que a dibujar. Hasta los seis años, todos dibujamos con libertad, pero luego abandonamos ese tipo de expresión, dando prioridad a la palabra escrita. El lenguaje de la imagen es muy complejo, pero asequible. Lo que me interesa es emprender una especie de campaña de alfabetización visual".

Juan Acevedo es una de esas personas de edad indefinida. Tiene 36 años y, se ignora si por de formación profesional o por lo contrario, utiliza un expresivo repertorio de gestos digno de cual quiera de sus personajes. Sus sonoras y constantes carcajadas son, a su vez, el eco celestial que cualquier profesional del humor quisiera escuchar como recompensa a su esfuerzo. Es además, según dicen, el único humorista que habla. Digamos, para matizar, que no le cuesta mayor esfuerzo.

Como autor, Juan Acevedo ha creado numerosos personajes, historietas y tiras cómicas, como el Cuy, que se publicó diariamente en el periódico peruano El Diario de Marka. Es también uno de los fundadores de la desaparecida revista de corrosivo humor Monos y Monadas, creada durante los últimos momentos de la dictadura militar en Perú, y actualmente colabora en El Idiota, continuación de la anterior experiencia y único refugio de los humoristas peruanos actualmente.