Los neófitos son mayoría en Ias nuevas Cortes

Más de la mitad de los parlamentarios que se sentarán a partir de hoy y durante cuatro años en las cámaras legislativas no ha pisado jamás el Parlamento ni de visita. Mayoritariamente dejan traslucir, con un lenguaje solemne y grandilocuente, una idea ciertamente idílica de su labor. En estos momentos sólo están claros los perfiles de seis grupos parlamentarios en el Congreso: Popular, Socialista, Centro Democrático y Social (CDS), Minoría Catalana, Vasca e Izquierda Unida. Previsiblemente, los 21 diputados del Partido Demócrata Popular (PDP), tras la crisis en la Coalición Popular, parecen dispuestos a subir a lo más alto del hemiciclo para ocupar los escaños que corresponden al Grupo Mixto. Los diputados democristianos compartirán fila con los dos diputados de Euskadiko Ezkerra (EE), un independiente canario, el histórico Hipólito Gómez de las Roces (del Partido Aragonés Regionalista) y un representante de Unión Valenciana. Todos mirarán hacia el Mixto.

El PSOE, con 185 diputados, 17 menos que en la anterior legislatura, contará con 50 neófitos; 30 nuevas adquisiciones hay en el Grupo Popular, y 17 en el anteriormente desolador CDS, que ha pasado el último cuatrienio con la única presencia entusiasta de Agustín Rodríguez Sahagún y la esporádica de Adolfo Suárez.Para modelo de entusiasmo el de Isabel Tocino, diputada electa de AP por Madrid. No quiere defraudar "a todos aquellos madrileños" que han puesto su confianza en ella, de modo que será la portavoz de las deficiencias del pueblo". Tocino no oculta. sus sentimientos: "Siento una gran ilusión al iniciar esta nueva etapa de mi vida y una enorme responsabilidad por ser diputada en una democracia, esto es, elegida por el pueblo". Educación y sanidad van a ser sus campos de actuación. Esta mujer, casada, con seis hijos y un abultado historial universitario, asegura que dedicará los fines de semana a entrar en contacto con los problemas "del hombre de la calle".

El neófito Borrell

Pragmático se muestra su compañero de partido Gonzalo Robles, diputado por voluntad de los toledanos y presidente de Nuevas Generaciones de Alianza Popular. "Yo tengo bastante desmitificado el hecho de ser diputado, quizá porque he convivido mucho con parlamentarios y considero una parte más de la actividad política. No le doy más importancia", asegura. Este nuevo diputado conservador, de 27, años no quiere tan sólo ser portavoz de los jóvenes en el Congreso. "Los jóvenes tenemos que demostrar que somos capaces de hablar de algo diferente a nuestros propios problemas", dice. Robles está interesado preferentemente en temas de derechos humanos y relaciones internacionales.

El secretario de Estado de Economía, José Borrell, comienza su reflexión en alto destacando su ilusión de neófito. Borrell, que es el principal gestor en la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año, ensalza extraordinariamente la labor del parlamentario, a pesar de que ocupa un envidiable puesto en la Administración.

Casi sólo le restaba ser diputado a este técnico de 39 años a quien todos auguran un brillante porvenir. De la concejalía del Ayuntamiento de Majadahonda pasó a ser portavoz socialista en la Diputación de Madrid. De ahí, el gran salto a la Administración. Y como a casi todos los altos cargos que se han ganado la confianza de las más altas instancias socialista, se le ha promovido para diputado. "La actividad parlamentaria es la más ilusionante de todas porque es la cuna de la política, donde está la soberanía popular", dijo el miércoles pasado, solemne, minutos antes de viajar hacia Estrasburgo, donde se debatía el presupuesto comunitario.

Un recuerdo entrañable

El vicesecretario general del PCE, Enrique Curiel, de 39 años, lleva nueve merodeando por los aledaños del Congreso de los Diputados. En esta tercera legislatura ha conseguido ser diputado de pleno derecho dentro de la candidatura de Izquierda Unida.

Enrique Curiel recuerda muy bien el verano del año 1977, dado que no tuvo vacaciones empeñado como estaba en la tarea de redactar, junto a otros representantes de las fuerzas democráticas, un primer borrador de la Constitución. Después, en 1979, con un PCE representado con 23 diputados, Curiel ostentó el cargo de secretario general del grupo parlamentario. "Tengo un recuerdo entrañable de ese tiempo, tanto personal como político".

Este soltero de oro de la política tampoco se recata en revestir el trabajo del parlamentario con elogiosas calificaciones. "Se precisa agilidad y reflejos para presentar iniciativas en el momento oportuno; te obliga a ser riguroso en la política. El Parlamento es una universidad de la política".

Curiel está "responsablemente ilusionado" ante la perspectiva de ocupar desde mañana un escaño. "Tengo gran ilusión por estar en contacto con mis electores porque el peligro del parlamentario es el de perder la sintonía con la calle. Me impone respeto el sentarme en un escaño, es muy serio".

En contraste un tanto sombrío y malhumorado se muestra su compañero de partido y de escaño Nicolás Sartorius. "Personalmente significa más trabajo y más responsabilidad". Parco en palabras, asegura que, por el momento, del Congreso sólo le había llamado la atención las nuevas obras de arte que lucen en sus paredes.

Esposa descontenta

Ningún dato se tenía en los círculos políticos madrileños del nuevo portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Mirena Anasagasti. "Nací en Venezuela" -"como Txiki Benegas", precisa sin que nadie le requiera el porqué de su nacimiento fuera del territorio vasco-, "dado que mis padres se exiliaron en 1939".

Entre 1969 y 1975 trabajó en Caracas en una emisora de radio clandestina denominada Radio Euskadi. Tiene indeleble en su memoria el 1 de abril de 1976. "Me detuvo Fraga en Bilbao; bueno, en realidad fue la policía, pero Fraga era ministro de la Gobernación", aclara.

Superada esa etapa y ya legalizados los partidos políticos, Anasagasti pasó a encargarse de las campañas electorales de su partido, y perteneció al Consejo Nacional del PNV entre 1977 y 1980. Este nuevo portavoz se propone mantener una "estrecha y directa coordinación" entre el grupo parlamentario y el partido. Objetivo éste fácil de alcanzar habida cuenta de que Anasagasti es un hombre del aparato del partido, próximo a Xabier Arzallus, en contraposición a su antecesor, Marcos Vizcaya, fiel a Carlos Garaikoetxea. "Los ecos del problema del partido no van a llegar hasta aquí", asegura convencido.

Anasagasti, de 38 años, casado y sin hijos, prevé que su vida personal va a experimentar algunos cambios con tanto viaje entre Bilbao y Madrid. "Mi mujer", asegura, "me ha regalado un canguro como símbolo de que tengo que estar saltando de un lado a Ótro. No está contenta".

José Ignacio Wert (PDP), José Antonio Segurado (Partido Liberal), Kepa Aulestia (Euskadiko Ezkerra), Carlos Revilla (CDS), María Cuenca (Minoría Catalana), Ramón Espasa (PSUC), Miguel Ramón Izquierdo (Unión Valenciana) y Manuel Hermoso (Agrupación de Independientes de Canarias) son algunas de las caras nuevas de este Parlamento. Cada cual desde su grupo insiste en una misma idea: fustigar sin descanso al PSOE.