La firma de los conciertos educativos

ECCLESIALa escuela católica no es sólo una institución civil. Tiene también una dimensión eclesial. Máxime cuando se trata de escuelas que dependen en su origen y en su funcionamiento de instituciones de la Iglesia. ( ... ) Realizan además estas escuelas su función educativa y pastoral en el ámbito de una Iglesia particular, razón por la cual el obispo diocesano tiene respecto a ellas una misión específica.( ... ) La llamada Coordinadora Pro Libertad de Enseñanza (FERE, Concapa, CECE, FSIE) venía gestando la propuesta de que los centros de enseñanza privada se negaran a firmar los conciertos educativos. Los que proponían esta manera de proceder insisten en que se trataba de una negativa a firmar estos conciertos, no de una negativa contra los conciertos en general. ( ... )

Ante esta propuesta, los obispos del comité ejecutivo y de la Cornisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis manifestaron sus reservas, como después explicaré. La reacción de los representantes de la FERE, Concapa, CECE y FSIE, en sus declaraciones en los medios de comunicacón social ante la posición de los obispos, ha sido sencillamente sorprendente. Con ello se ha creado una gran confusión en amplios sectores de la Iglesia relacionados con los problemas de la enseñanza.

( ... ) La teoría de los pactos secretos del episcopado con el ministerio o con el Gobierno como explicación de la línea de acción de la Comisión Episcopal de Enseñanza no tiene consistencia alguna. Baste saber que todas las relaciones económicas de la Administración del Estado con la Conferencia Episcopal Española están fundamentadas en los acuerdos entre el Estado español y la Santa Sede de 3 de enero de 1979, cuando el PSOE estaba en la oposición. La LODE se publicó el 4 de julio de 1985.( ... )

( ... ) Llegar a formular en serio y a divulgar la sospecha de que los obispos somos capaces de vender por un plato de lentejas algo tan importante como la formación católica de muchos miles de alumnos en escuelas de la Iglesia o en cualquier otro tipo de escuelas no deja de ser una grave y calumniosa injuria. ( ... )

¿Cuáles serían las consecuencias previsibles en el caso de no firmar los conciertos? Dentro de la legislación vigente -nos guste o no-, el centro de enseñanza que no hubiera firmado el concierto educativo habría quedado fuera del sistema legal de financiación con recursos del Estado y, en consecuencia, tendría que pedir a los padres que sufragaran todos los gastos del centro. A esto se añade que, en conformidad con la legislación vigente, es previsible que la Administración del Estado decida planificar para el futuro la ensefianza gratuita, contando sólo con los centros públicos y centros concertados para hacerse cargo de los alumnos que, según la Constitución, tienen derecho a una enseñanza gratuita. Esta legislación es igualmente aplicable a un número pequeño de centros que a un número grande.( ... )

Algunos, sin embargo, pensaban, y quizá siguen pensando, que una medida de esta amplitud hubiera obligado al Gobierno, bien a modificar sus leyes o reales decretos para hacer otro tipo de conciertos, bien a modificar las decisiones definitivas sobre el número de centros a los que había de conceder los conciertos generales y singulares, decisiones que todavía no se habían tomado en aquella fecha.( ... )

Un cambio de conducta del ministerio que significara la sumisión de éste a las medidas de presión indicadas era muy poco probable. Lo más probable, con un grado de probabilidad equivalente en la práctica a la certeza moral, era la posición de firmeza del ministerio, posición apoyada en las leyes, de no ceder a esta presión, y menos en el contexto de la campaña electoral.(...)