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ARAGÓN

El transporte público de Zaragoza vuelve a funcionar después de un mes de huelga

La ciudad de Zaragoza recobró ayer la normalidad en el servicio del transporte público al desconvocarse la huelga indefinida que mantenían los empleados de la empresa concesionaria desde el pasado 9 de junio. La dirección de la empresa Transportes Urbanos de Zaragoza, SA (TUZSA), y el comité de huelga alcanzaron un acuerdo la pasada madrugada después de prolongadas reuniones en las que intervino el Ayuntamiento de Zaragoza.

Las pérdidas directas generadas por la huelga se estiman en unos 400 millones de pesetas, más los trastornos ocasionados a los usuarios, comercios y empresas. Según un estudio estadístico de la Cámara de Comercio, las ventas en establecimientos del centro de la ciudad descendieron entre el 30%, y el 50%. Esta huelga se considera el conflicto laboral más destacado de Zaragoza en los últimos años.El acuerdo al que llegaron ambas partes en conflicto, con los seis puntos que reivindicaban los trabajadores para desconvocar la huelga y volver a la normalidad, fue sometido a la consideración de la asamblea, que dio su visto bueno.

TUZSA se compromete a dejar sin efecto los 28 despidos; se reformará el reglamento de régimen interno; los contratos eventuales se prologarán hasta el máximo legal y después se transformarán en fijos; se anulan los expedientes incoados al comité de huelga y se consiguen dos días de descanso semanal para el personal de talleres, limpieza y cobradores. Se firmará un convenio bianual con el 9,16% de incremento salarial para 1986, y para el próximo año un aumento de acuerdo con el índice de precios al consumo más un punto; también se consigue un incremento lineal de 2.750 pesetas para las categorías inferiores. Quedan pendientes otros aspectos del convenio que serán negociados por el comité de empresa, en el que tienen representación la Candidatura Unitaria de Trabajadores (CUT), que capitalizó la huelga, y CC OO y UGT, mayoritarias, y que, sin embargo, se han inhibido en el conflicto.

Durante los 30 días que ha durado el conflicto se han registrado ocho detenidos y enfrentamientos entre los trabajadores y la policía, y ha habido varios heridos de diversa consideración.

La dirección de TUZSA despidió a 28 empleados; hubo apedreamientos de algunos autobuses y amenazas contra empleados que no secundaron la huelga y de colocación de bombas en cocheras y autobuses.

Queda pendiente la resolución del sumario abierto en el juzgado correspondiente por todos los incidentes ocurridos durante el conflicto. Asimismo, la Audiencia Territorial desestimó el recurso presentado por los trabajadores contra el decreto de servicios mínimos que en su día fijó el gobernador civil.

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El paro de los autobuses ha coincidido con la realización de obras en el centro de la ciudad, lo que ha ocasionado frecuentes atascos. La huelga ha afectado a unos 260.000 usuarios diarios, por lo que se estima que la empresa ha dejado de percibir unos 220 millones de pesetas.

Los cerca de 800 empleados no cobrarán su salario del mes correspondiente a la huelga, que suma un total próximo a los 70 millones de pesetas. El Ayuntamiento ha tenido que pagar durante ese período unos 30 millones de pesetas a los funcionarios que cubrieron el servicio mínimo, al no realizarlo los trabajadores de TUZSA.

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