El opositor de fondo

El opositor es como un excursionista que siempre va con su mochila, o mejor, como el camello que no consigue despegarse de su joroba. Su trabajo, su reposo, su subconsciente estánsaturados obsesivamente por el "tema de su época". El origen de la tragedia siempre ronda la mesa camilla, pero la onda expansiva afecta a familia, amigos, vecinos, al supermercado... El fenómeno, desde luego, es un exceso, como también lo es una campaña electoral.Aunque él no lo desea, el tiempo una vez más se le. echa encima, como cuando a uno le desbordan los hechos. Sólo que aquí no parece que existan hechos; tampoco lo parece en un falso embarazo. Precisamente gracias a este método anticonceptivo que es el opositar, uno logra no alumbrar ningún concepto. Como nos decía J. Baudrillard en estas mismas páginas: "Es la inutilidad de un mundo que se hincha, que acumula, prolifera y se hipertrofia, y que no consigue dar a luz. ¡Todas esas memorias, archivos y documentaciones que no consiguen parir una idea.?, ¡todos esos planes, programas y decisiones que no consiguen parir un acontecimiento!".

Transcurren décadas, cambian modelos educativos, se reforman las enseñanzas, casi nadie permanece fiel a su ideología de juventud. Sin embargo, para algunos es una traición romper con cierta tradición: ahí están los temarios que dan fe de determinadas creencias; ahí están los temarios impertiarbables para demostrar que la inercia ni se crea ni se destruye, sino que subsiste y se perpetúa.

Posiblemente, un día sepamos que este opositor era una especie a extinguir. Mientras tanto, se le observa desde la barrera con un sentimiento confuso: existe un rechazo racional al sistema de oposiciones que nos presenta al individuo como enajenado, sin atributos. Pero al mismo tiempo cierto aire de sutil superioridad paternalista delata la satisfacción rentable del funcionario nombrado por esta artificiosa "selección natural".-

Profesor interino de Filosofía de instituto de bachillerato.