Un incendio arrasa más de 300 hectáreas de monte bajo y pinares en Rascafría

Un incendio de considerables proporciones que se inició en la tarde del pasado sábado en el monte del Paular, en la localidad madrileña de Rascafría, fue sofocado a última hora de ayer después de arrasar una superficie aproximada de 300 hectáreas de pinos y matorral, según informó la Guardia Civil. Otros dos incendios acabaron ayer con decenas de hectáreas de pastos en las inmediaciones de la base aérea de Torrejón y del aeropuerto de Barajas, donde sembró la alarma entre los vecinos de unas casas próximas. Los términos municipales de Madrid, las Matas y Villanueva del Pardillo sufrieron también ayer numerosos incendios.

El incendio de Rascafría es el segundo en importancia que se registra en la región durante la campaña estival, después del sucedido hace tres semanas en la localidad próxima de Canencia y que afectó a cerca de un centenar de hectáreas de monte bajo y alto. El fuego se inició en una zona conocida cómo Los Horcajuelos, en el monte del Paular, cerca de la laguna de Peñalara.El incendió afectó en un principio a unos matorrales de monte bajo, pero se extendió rápidamente a un pinar cercano. Al menos 40 de las 300 hectáreas quemadas hasta ayer correspondían a pinos.

El viento racheado y la dificultad de los accesos -la zona afectada es la ladera de un monte de unos 1.000 metros de altitud- han sido los principales obstáculos para las tareas de extinción. Dos hidroaviones del Icona (Instituto de Conservación de la Naturaleza) y ocho coches de bomberos de la Comunidad de Madrid se desplazaron al lugar del siniestro el mismo sábado y permanecían todavía ayer en la zona.

Según un portavoz de los bomberos de la Comunidad de Madrid, el incendio fue finalmente sofocado a última hora de ayer, aunque varios coches permanecían de retén en prevención de nuevos focos ígneos. La acción del viento, al remover las cenizas, fue, al parecer, la causa de que el fuego recuperara su potencia en la madrugada del sábado, cuando ya estaba parcialmente controlado. La zona poblada más próxima, según las mismas fuentes, está a más de cuatro kilómetros del fuego, por lo que no ha habido peligro para las personas.

Quema de pastos

Por otra parte, la quema de pastos y rastrojos en el paraje conocido como cerro de Buenos Aires, en las inmediaciones del aeropuerto de Barajas, provocó la alarma de los ocupantes de una veintena de viviendas próximas. Según los vecinos afectados, los propietarios de una extensa finca dedicada al cultivo de trigo prendieron fuego a primera hora de la tarde de ayer a unos rastrojos y abandonaron el lugar.El viento existente hizo que el incendio se extendiera hasta las proximidades de Ias viviendas, por lo que los vecinos tuvieron que valerse de mangueras, arena y cubos de agua para sofocarlo. El fuego, que llegó incluso al interior del jardín de alguna de las viviendas, fue extinguido en poco tiempo gracias a la intervención de los bomberos.

Un tercer incendio se produjo, también en la tarde del domingo, en la inmediaciones de la base aérea hispano-norteamericana de Torrejón de Ardoz. Las llamas afectaron a una zona muy amplia de pastos, a ambos lados de la valla metálica que rodea la base. El fuego produjo una humareda muy densa, visible desde la carretera N-II, Madrid-Barcelona.

El incendio comenzó a la dos de la tarde y no pudo ser sofocado hasta cuatro horas después debido a la intensidad del viento. La zona arrasada se estima en varias decenas de hectáreas, principalmente del término municipal de Ajalvir.

Dos fuegos arrasaron también más de 20 hectáreas de monte bajo y pastos en los términos municipales de Villanueva del Pardillo y Las Matas, en donde fue precisa la intervención de un hidroavión del Icona. El director general de Protección Ciudadana, José Luis Revuelto, no descartó ayer la "posible intencionalidad" en algunos de los siniestros decalarados en la región. Por otra parte, los bomberos de Madrid tuvieron ayer 40 salidas, de las que el 60% correspondía a fuegos que afectaban a pastos y rastrojos.