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Siria envía tropas a Beirut para demostrar su compromiso en la seguridad de Líbano

Unos 500 soldados de elite del Ejército sirio patrullaban ayer Beirut oeste (la zona musulmana de la capital libanesa) por primera vez desde 1982, en una clara demostración de que Siria ha decidido tomar la responsabilidad directa en la seguridad de Beirut. Según fuentes militares, 300 miembros de las fuerzas especiales sirias, 150 integrantes de los cuerpos de seguridad y 80 observadores militares se unieron el viernes a los milicianos libaneses en los principales puntos de control de la capital libanesa para acabar con los continuos enfrentamientos entre facciones musulmanas rivales.

El vicepresidente sirio, Abdel Halim Jadam, ha afirmado que su país está decidido a presionar para que salga adelante el plan de pacificación propuesto hace una semana por Siria para frenar la anarquía en Beirut. "Enviaremos refuerzos si es necesario para garantizar la seguridad", afirma Jadani en una entrevista publicada por el diario izquierdista de Beirut As Safir.El retorno de soldados sirios a Beirut no significa necesariamente, a juicio de fuentes diplomáticas, que Siria esté decidida a mantener en la capital libanesa una presencia militar importante, similar a la de antes de la invasión israelí de 1982. "El despliegue de unos cuantos cientos de soldados sirios en Beirut oeste no quiere decir que la próxima semana vayamos a ver una división de carros de combate, pero Siria quiere mostrar que está dispuesta a utilizar el aparato militar para mantener la paz", dijeron las fuentes citadas.

La decisión siria demuestra, en todo caso, que el Gobierno de Damasco es la única fuerza capaz de hacer que cristianos y musulmanes dejen las armas y de acabar con los 11 años de guerra civil en Líbano.

El vicepresidente sirio dijo ayer en Damasco al presidente del Parlamento libanés, Husein al Huseim, que "Siria hará todo lo posible para ayudar a hacer Beirut seguro", según informó la agencia oficial siria, Sana.

Los medios de comunicación de Siria, controlados por el Gobierno, no mencionaron ayer el despliegue de soldados sirios en Beirut y se refirieron exclusivamente a la actuación del Ejercito libanés para que se cumpla un nuevo plan de pacificación. La radio oficial de Damasco comentó que "Siria no necesita la aprobación exterior para que dé su apoyo a que las fuerzas de seguridad libanesas ejecuten el plan de paz". "Incluso aunque Israel y sus protectores conspiren en contra de Siria, ésta cumplirá su papel en Líbano", añadió la radio.

Los soldados sirios, armados con fusiles Kalashnikov AK-47, han sido desplegados fundamentalmente en los barrios residenciales y en uno de los principales enclaves de las milicias, al sur de Beirut. El coronel Turki, jefe de una de las patrullas de las fuerzas especiales, manifestó a la agencia France Presse que su misión es actuar como "fuerza de apoyo" al Ejército libanés.

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Patrullas en las carreteras

Las fuerzas especiales están constituidas en patrullas de tres a cinco hombres, que, ejercen controles en las carreteras ayudados por miembros de los servicios de información sirios vestidos de civil. Las patrullas solicitan la documentación de los transeúntes y proceden a su identificación. Uno de los jefes sirios comentó que "los que contravienen las órdenes son detenidos y conducidos al cuartel general del Ejército libanés; los que portan pistolas quedan detenidos durante 24 horas, los que Devan fusil ametrallador permanecen arrestados durante dos días".Cientos de soldados sirios fueron desplegados en Beirut en 1976, después de un acuerdo con el Gobierno libanés, para poner fin a la guerra civil. Salieron de Beirut este (la zona cristiana) en 1978 y de Beirut oeste en 1982, pero alrededor de 25.000 soldados permanecieron en el norte y el este de Líbano.

A finales del año pasado, tropas sirias se hicieron con el control de la segunda ciudad de Líbano, Trípoli, para detener los combates entre milicias musulmanas rivales. El mes pasado, soldados sirios entraron en la ciudad de Mashghara, a 10 kilómetros de lo que Israel considera su zona de seguridad, para detener los combates entre musulmanes radicales y una facción prosiria.

Desde hace meses, Beirut es escenario permanente de enfrentamientos entre milicias musulmanas rivales y entre algunas de éstas y los palestinos de los campos de refugiados. Varios dirigentes suníes habían pepdido reiteradamente la intervención de Damasco para poner fin a esos combates.

Un obstáculo para la paz

Uno de los principales obstáculos para el éxito del plan de paz propuesto por Siria puede ser la actitud del grupo proiraní Hezbollah (Partido de Dios), del que no se conoce con exactitud la capacidad militar, pero que se cree puede estar respaldado por cientos de jóvenes bien armados y completamente fieles a su organización.

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