Xabier Arzalluz: "No tengo miedo a una escisión, no sería el mal mayor"
"Diálogo, todo el que quieran, pero dentro de las reglas del juego" - "Mi fuerza es que no tengo ambición. Ni me ha comprado ni me puede alquilar nadie"
Pregunta. El Partido Nacionalista Vasco (PNV) sufrió un revés el 22 de junio. ¿No es muy simple la explicación del sabotaje del sector crítico?Respuesta. No hemos dado tal explicación. Insistimos en ese aspecto porque resulta lo más cruel de todo lo que haya podido pasar, independientemente de que sea o no la causa más relevante del bajón electoral. Creo que río lo es, porque ni los críticos tienen tanta fuerza ni el análisis de los resultados indica eso.
P. ¿Cuáles son las causas?
R. Ha podido haber una ima gen negativa por la continua referencia en la Prensa a los problemas internos. También razones socioeconómicas. Ngs han castigado a todos. Los únicos favorecidos son los contras. Herri Batasuna, Euskadiko Ezkerra o Izquierda Unida han subido, en mayor o menor medida. Hemos bajado el PNV, el PSOE y Coalición Popular.
P. ¿A qué atribuye la crisis tal y conío se está planteando, incluido el riesgo de ruptura?
R. El sabotaje electoral en Álava, Navarra y Vizcaya -en Guipúzcoa no lo ha habido- estaba premeditado hace tiempo con el eslogan de perder para ganar. La tensión se encontraba activa. Lo de ahora es el canto de triunfo de quienes prepararon la operación y se alegran del bajón del partido porque creen que es el momento propicio para pedir cuentas e imponer sus criterios.
P. ¿Existe el peligro de una ruptura en el PNV?
R. No creo en rupturas, sinceramente. Si la hubiera, se va a que dar seca. Por ahí no van a prosperar. Ahora proliferan comparaciones muy sutiles, sobre todo por parte de Euskadiko Ezkerra, entre Ardanza y Calvo Sotelo, el PNV y UCD. No tienen nada que ver. La Unión de Centro Democrático se formó a partir de barones y la disgregaron los barones. El PNV es un partido de raíces muy sólidas, construido con trabajo de muchos. Le han crecido los barones luego, cuando hubo que hacer figuras por exigencia de las técnicas modernas de atracción de voto. De alguna forma, ha habido una rebelión de esos barones. Han creído que todos los resultados eran suyos.
P. Tras la crisis del partido en 1979 usted advierte la presencia del CESID. ¿Cree que Garaikoetxea, elegido dos veces lendakari por el PNV, puede actuar por intereses distintos a los del nacionalismo?
R. Son cosas diferentes. No sé si en 1979 existía el CESID con esas siglas. En la crisis anterior había por medio relaciones de ciertos personajes con un comandante llamado Ugarte, que llevaba en esta zona los servicios de Presidencia fundados por Carrero, y luego relaciones con el CESID. Los intereses están y actúan siempre. Ha habido una actuación patente de Televisión Española para ahondar la división. Siempre hay alguien que quiere aprovecharse. Que eso suponga necesariamente acuerdo de una determinada persona con esos intereses sería una conclusión excesivamente ligera.
Un partido muy sólido
P. No cree que haya ruptura, pero acéptela como hipótesis. ¿Qué consecuencias podrían producirse?
R. No me gusta jugar con hipótesis. Podemos fallar como sucedió en la noche electoral cuando hablamos de un aparente ascenso del radicalismo. El PNV es un partido muy sólido. Es posible dividirlo, pero cualquier maniobra en ese sentido está destinada al fracaso. No nos atemoriza una posible escisión. No la creemos probable ni con capacidad de éxito. Lo peor que puede pasar es que un partido caiga en la anarquía, y no sólo por los intereses del propio partido, sino por los del sistema democrático. Personalmente no tengo ningún miedo a que se produzca una escisión, y si se produce, tampoco me parece que es el mal mayor. El mal mayor sería que en un partido alguien se acostumbre a romper las reglas establecidas.
P. ¿Ni siquiera teme la pérdida del Gobierno vasco?
R. El Gobierno vasco no está en situación de debilidad. Hasta ahora, en su acción de gobierno no le ha afectado la crisis, entre otras cosas porque la separación entre los cargos del partido y los cargos del Gobierno le hace mucho más inmune a lo que en el partido pueda suceder.
P. Esa separación, que estuvo en el origen del conflicto con el entonces lendakari, Carlos Garaikoetxea, ¿no ha implicado una pérdida de liderazgo político del Gobierno en la etapa Ardanza?
R. No. El liderazgo político siempre lo ejerció el partido. Tampoco el Gabinete anterior hubiera podido gobernar contra la voluntad del PNV. La crisis no se originó directamente por ese tema. Se produjo un conflicto entre instituciones, entre el Gobierno vasco y las diputaciones. Garaikoetxea no quiso dirimirlo en los tribunales ni someterse al arbitraje del partido. Se aferró a su propia solución. Ahí se quebró todo.
P. ¿Qué margen de entendimiento queda ya entre la dirección y la oposición interna?
R. La cuestión es de procedimiento. En toda sociedad organizada hay unos cauces de solución de conflictos, se llamen leyes o usos. El documento de los críticos pone en cuestión la asamblea nacional, que es el órgano supremo de toma de decisiones, equivalente a los congresos de otros partidos. Se habla de una mayoría trucada por la ausencia. de navarros, que en su día fueron. disueltos y no volvieron al partido. No podemos aceptarlo. Quien no acata la ley de mayorías y el diálogo dentro de esa ley no acepta la democracia.
Cartas sobre, la mesa
P. ¿Existen diferencias ideológicas entre la dirección del partido y el sector crítico?
R. Es lo que queremos comprobar. La asamblea nacional formó una comisión en la que también hay críticos para que exponga los problemas que merezca la pena considerar. Hemos pedido que la comisión presente sus conclusiones a la asamblea nacional. Si alguien cree que la estructura del partido no es suficientemente democrática, esta es la hora de poner todas las cartas sobre la, mesa, entablar un diálogo desde la estructura del partido y bajar el debate a las bases. Diálogo, todo el que quieran, pero no fuera de las reglas de juego porque equivaldría a la anarquía.
.P. ¿Carlos Garaikoetxea tiene razones para sentirse agraviado en el PNV?
R. Cuando se invita a ex lendakaris a actos públicos se invita a todos. En cualquier batzoki están las fotos de José Antonio Aguirre, Leizaola, Garaikoetxea y Ardanza. Garaikoetxea no tiene ningún motivo para considerarse agraviado. En absoluto. Conserva su rango, su coche oficial, su escolta, su chófer y demás. Creo que se han pasado un poco en la obligación que pudieran tener de atender a un ex lendakari.
P. Hace poco afirmó que en 1979 fueron a buscarle y que ahora vuelven a por usted. ¿Qué razón hay para que concite esas operaciones de acoso?
R. No tengo ningún complejo de que me acosen. En política pasan estas cosas, y no me va a extrañar que haya gente a quien moleste y que me quiera tumbar, como otros a Felipe González o a Fraga. Mi fuerza está en que no tengo ambición. El que tiene ambición hace muchos cálculos, y si no le salen, sufre, A mí todo lo que me puede pasar es que me manden a casa, pero afortunadamente tengo una vida agradable y he tenido la suerte de poder conseguir una buena formación y un inundo espiritual e intelectual amplio. No creo que mi capacidad de hacer cosas, incluso a favor de mi pueblo -al que quiero-, se agote en la política. No sé si será. inmodestia, pero a mí ni me ha comprado ni me puede alquilar nadie. Suele haber una regla de oro en la política: lo que no se controla conviene aniquilarlo. No soy fácil de controlar.
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