Cossiga encarga a Fanfani que estudie las posibles soluciones a la crisis del Gobierno italiano

El presidente italiano, Francesco Cossiga, encargó ayer a Amintore Fanfani, presidente del Senado y uno de los dirigentes históricos de la Democracia Cristiana, que "explore" las posibles soluciones a la crisis gubernamental planteada por la dimisión, el pasado sábado, del socialista Bettino Craxi. Esta decisión significa que, a pesar de una semana de esfuerzos desde que se produjo la dimisión de Craxi, Cossiga ha sido incapaz de designar un nuevo primer ministro.

Un comunicado de la Presidencia, hecho público tras la visita de Fanfani al Quirinal, indicaba que Cossiga ha encargado a Fanfani que "compruebe la existencia de las condiciones necesarias para la formación de un Gobierno". La invitación de Fanfani al Quirinal se produjo tras la serie de consultas oficiales de Cossiga, que estuvieron seguidas de varios encuentros informales entre los principales actores de la crisis.

Fanfani, de 78 años, declaró a la prensa que había aceptado el encargo del presidente. Fanfani, que ha sido primer ministro en cinco ocasiones, es el segundo político más veterano de Italia (después de Sandro Pertini) y sustituye a Cossiga en su ausencia.

En punto muerto

Una última reunión a puerta cerrada el pasado jueves por la noche entre los jefes del Partido Socialista Italiano, Bettino Craxi, y de la Democracia Cristiana, Ciriaco de Mita, sirvió simplemente para constatar que la crisis estaba en un punto muerto, según informa la Prensa italiana.De acuerdo con observadores políticos, el plazo de dos días tomado por Cossiga para adoptar una decisión tras completar la ronda de consultas formales es inusual y expresa claramente la gravedad de la crisis. La decisión de llamar a Fanfani significa que la crisis se va a prolongar al menos hasta la próxima semana. Los socialistas han mantenido rígidamente que sólo aceptarán una nueva coalición reforzada y dirigida por Craxi. Los cristianodemócratas venían pidiendo desde hace tiempo que Craxi les cediera la presidencia del Consejo de Ministros, dado que tienen la minoría mayoritaria en el Parlamento.

Craxi presentó el pasado sábado la dimisión de su Gobierno tras un voto negativo del Parlamento. Esta dimisión no ha sido aún aceptada oficialmente, dado que Cossiga pidió a Craxi que continuara al frente de los asuntos cotidianos hasta que tomara su decisión.