Aumentan, las posibilidades de que España se convierta en contribuyente neto a las arcas comunitarias

I. C., La suspensión ayer por el Tribunal Europeo de Justicia del presupuesto de la Comunidad Europea (CE) para 1986, aprobado por el Parlamento Europeo, incrementa las posibilidades para España de ser contribuyente neto, según opinión de algunos expertos.

Si la semana próxima en Estrasburgo el Consejo de Ministros y el órgano legislativo alcanzan, como es probable, un compromiso en torno al presupuesto, éste supondrá, sin duda, una rebaja de algunos de los gastos suplementarios decididos por el Parlamento con relación a los que propusieron en su día los representantes de los doce países miembros.

La diferencia entre los proyectos de ambas instituciones asciende a 628 millones de ECU (unidad europea de cuenta, unos 86.000 millones de pesetas) que estaban esencialmente dedicados a incrementar los recursos de los llamados fondos estructurales regional y social de la CE, que son los que serían prioritariamente recortados. El presupuesto finalmente pactado puede, sin embargo, paradójicamente, superar en julio la cifra aprobada por el legislativo seis meses antes.

Los compromisos

El aumento de diciembre había sido decidido por el Parlamento para "estar a la altura de los compromisos que conllevaba la ampliación" de la Comunidad a dos nuevos miembros, que recuperarían así con creces, a través de estos fondos, su contribución a las arcas comunitarias.

La probable disminución del dinero otorgado a estos fondos induce a sospechar que España será en definitiva contribuyente neto, a menos que la falta de acuerdo entre el Consejo de Ministros y el Parlamento Europeo obligue a la Comunidad a financiarse temporalmente mediante contribuciones de los miembros basadas en el presupuesto de 1985, previsto para una CE de 10 socios.

"Si efectivamente fuésemos a ser contribuyentes netos, esta segunda fórmula sería la que más nos convendría", afirmaba recientemente el embajador de España ante la CE, Carlos Westendorp, "porque no tendríamos ni gastos ni ingresos". "Así", concluía Westendorp, "quedaría garantizada nuestra neutralidad financiera" aunque políticamente España fuese entonces un miembro de cartón-piedra del Club Europeo".

Sin embargo, para el comisario europeo encargado del presupuesto, el danés Henning Christophersen, el funcionamiento de la Comunidad con el anterior presupuesto no haría sino añadir problemas posteriores, ya que implicaría también que "no sólo carecería de base jurídica para percibir y entregar ayudas a España y Portugal, sino que al límite puede ser cuestionado el derecho que tenemos de contratar y remunerar a funcionarios españoles o lusos".