Los serenos acudirán a Magistratura si el Ayuntamiento no altera su situación laboral

El colectivo de vigilantes nocturnos que presta sus servicios en el distrito de Centro ha anunciado que acudirá a Magistratura de Trabajo, entre otras posibles medidas, si el Ayuntamiento de Madrid no contesta -o lo hace "insatisfactoriamente"- a su petición de ser considerados como trabajadores de plantilla antes del 12 de julio. Actualmente, los serenos trabajan de forma autónoma y no mantienen una relación laboral fija con el Ayuntamiento.Los vigilantes explicaron que la relación laboral solicitada en un escrito de reclamación, previo a la vía judicial laboral, no supondría su conversión en funcionarios ni en policías municipales. Además de acudir a Magistratura, los vigilantes apuntaron otras posibles medidas a partir del 12 de julio, tales como una entrevista con el Defensor del Pueblo o reuniones con comerciantes y asociaciones de vecinos del distrito para explicarles su postura.

En una reunión mantenida ayer en la sede de CC OO, a la que asistió un centenar de vigilantes, se informó de los resultados, hasta el momento negativos, de las entrevistas mantenidas con Juan Barranco, alcalde de Madrid, y Emilio García Horcajo, concejal responsable de Seguridad y Policía Municipal.

Según los representantes sindicales de los vigilantes, Barranco se mostró, sin embargo, abierto a discutir el asunto de la relación laboral si el estudio jurídico y económico que realiza CC OO en estos momentos permite llegar a un acuerdo que satisfaga a los vigilantes y que respete el espíritu defendido por el Ayuntamiento para este Cuerpo. El alcalde resaltó, según las mismas fuentes, que en caso de que los vigilantes fueran considerados personal municipal, el Ayuntamiento no tendría argumentos para cobrar las tasas que hoy pagan los vecinos por su servicio.

Varios vigilantes nocturnos que intervinieron durante la asamblea destacaron las "condiciones peligrosas" en que se realiza el servicio. Los serenos denunciaron que sus walkies-talkies no tienen un canal único de transmisión, lo que les impide comunicarse entre sí; exigieron la realización del servicio por parejas y pidieron la reducción a 40 horas de su jornada laboral.