17 diseñadores de moda exponen sus creaciones en trajes de novia

Sí quiero es el nombre de la exposición que recoge las creaciones en trajes de novia de 17 diseñadores de moda. Las nuevas novias piensan en el divorcio, se visten de torero, de lirio, de sirena, y pueden parecer protagonistas de un spaghetti western. Entre los tejidos elegidos se cuenta el plástico y la felpa, y la nota dominante es la ausencia de velos de tul y de líneas imperio. La muestra, promovida por la Consejería de Educación y Juventud de la Comunidad de Madrid, fue inaugurada el pasado miércoles en el pabellón Villanueva del Jardín Botánico y permanecerá abierta hasta el 15 de julio.Bajo los acordes de la marcha nupcial y en medio de un decorado de telas de algodón estampadas y plástico negro, como el de las bolsas de basura, se exhiben los diferentes vestidos de novias y novios imaginados por los jóvenes creadores madrileños, entre ellos Sybilla, Antonio Parras, Isa Brena y Elisa Bracci.

Carlos Motta, de 28 años, el único diseñador junto con Santiago Caro, que presenta un modelo masculino define su traje como "una manera fenomenal de presentarse en el altar".

El novio ideal de Motta se vestiría con un frac de línea clásica, con la camisa por fuera y un chaleco estampado verde y naranja. "El matrimonio debe tener una visión contemporánea, y para ello es necesario tener en cuenta el divorcio", aseguró Motta.

Pilar Peña ha realizado un vestido en rizo de toalla blanco, liso y sin costuras, que se acompaña de un casquito de plástico blanco y unas playeras negras. "Ya sé que es un desafío vestirse para una boda, pero esto es lo que está pasando con las novias de 1986", dijo.

Pilar, que lleva 23 años en este trabajo, realiza diseños y controla toda las fases de realización y producción. Colabora con una casa de discos en la realización de portadas y ha vestido para esas ocasiones a Rafaela Carra, Ramoncín, Ana Belén y Luz Casal, entre otros.

Guillermo Blanco, otro recién llegado al mundo de la moda, compagina el diseño de ropa con la decoración. Su novia ideal va vestida "muy sencilla, un poco en el estilo años veinte", con un traje de seda plisada acabado con un volante. El atuendo se completa con un gorro como de cocinera y unos guantes.