Vitor Constancio triunfa en el VI Congreso del Partido Socialista portugués

Las propuestas del nuevo líder del Partido Socialista (PS) portugués, Vitor Constancio, para modificar los estatutos de dicho grupo fueron acogidas con entusiasmo por los asistentes al VI Congreso, que comenzó ayer en Lisboa, el primero de la era possoarista del socialismo luso.Antes de abordar el debate político propiamente dicho, que confrontará las propuestas El Partido Socialista en primer lugar: modernizar y unir el PS, del ex ministro de Exteriores de Soares Jaime Gama, y Política nueva, renovación del PS, del ex ministro de Finanzas y gobernador del Banco de Portugal, Vitor Constancio, la mayoría constancista se aplicó a eliminar de los estatutos del partido todas las modificaciones introducidas por Mario Soares en 1981 para reforzar su autoridad personal y castigar la rebelión del ex secretariado nacional del partido, que se había atrevido a criticar las orientaciones del fundador y líder histórico.

Vuelve a existir en el PS un secretariado nacional, elegido en congreso, y el secretario general será de nuevo el primero entre pares, cabeza de lista de dirigentes escogido democráticamente.

Jaime Gama y sus partidarios, literalmente aplastados por la mayoría constancista, se limitaron a intentar librar una batalla de retaguardia: la elección separada del presidente del partido, cargo para el que proponen a Antonio Almeida Santos, el ex alter ego de Soares y el candidato infeliz del PS a la presidencia del Gobierno antes del desastre electoral del pasado octubre.

La futura minoría habló de la necesidad del consenso y del deber de gratitud para con Almeida Santos. Sin embargo, Constancio rechazó todos estos argumentos, agitó el peligro de bicefalia e invitó a los congresistas a eliminar las rivalidades internas, para centrarse en el futuro, y la derrota del adversario exterior, Cavaco Silva y su partido socialdemócrata.

La mayoría ratificó la propuesta de Constancio, como ratificará, hasta la consagración final con la elección de mañana, todo lo que lleva la firma del nuevo líder, al que los socialistas lusos consideran como un mesías capaz de redimir al partido.

Soares ha evitado todo debate sobre lo que fue la vida atribulada del PS en los últimos dos años. Todo ello constituye una auténtica rendición de la vieja guardia, entendida ésta no por la edad, sino por todo un equipo que vivió y trabajó con el anterior líder.