África, el continente más castigado

Dos millones de personas están afectadas por el virus del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) en las áreas central y del este de África, según estimaciones de diferentes especialistas de los países implicados. Hace apenas seis meses la Organización Mundial de la Salud (OMS) reseñaba muy pocos casos en todo el continente. Sin embargo, un periódico de Zaire publicó el año pasado que sólo en el pueblo de Kinshasa se diagnosticaban entre 10 y 20 casos de SIDA al día.En un reciente informe, la OMS admite que entre uno y dos millones de africanos son portadores del virus del SIDA, aunque esto no quiere decir que estén necesariamente enfermos. Los realmente afectados por esta enfermedad serían 50.000. Pero esta cifra de enfermos reales es muy baja si se compara con las conclusiones de algunos equipos médicos instalados en la zona, que atraviesa el continente de Este a Oeste. En esta zona, que tiene más de 120 millones de habitantes, se registra el 80%. de los casos de SIDA del continente.

Sólo en Zaire existe, según la OMS, una tasa del 4% al 7% de personas que han dado pruebas positivas del virus. Cerca de un millón de personas han podido contaminarse. En Kigali (Ruanda) el 20% de los donantes de sangre del hospital ha dado positivo, lo mismo que el 80% de las prostitutas de esta pequeña población y el 60% de las de Nairobi, que pueden transmitir el SIDA. Las autoridades de Ruanda han admitido ya oficialmente que se han diagnosticado en este país 319 enfermos de SIDA y se han producido 109 muertes por esta causa.

Las regiones más afectadas son aparentemente Ruanda, Burundi, Zaire, Uganda, Zambia y Centroafricana, en donde existiría, según los estudios, un 50% de portadores del virus en zona urbana. Gabón y Camerún empiezan a registrar oficialmente los primeros casos, mientras en Kenia la enfermedad también se extiende.

"Nos encontramos ante un virus democrático", dice uno de los expertos africanos, "porque en África afecta por igual a hombres y a mujeres, a homosexuales y heterosexuales. Ni los niños ni los habitantes del campo se Iibran de esta amenaza".