Las 35 hectáreas que ardieron el domingo en El Saler tardarán 30 años en recuperarse

J. GARCIA DEL MORAL El incendio forestal que el domingo arrasó gran parte de la reserva natural de la dehesa de El Saler, a 15 kilómetros de Valencia, constituye uno de los mayores desastres ecológicos de los últimos años en la Comunidad Valenciana. Unas 35 hectáreas de pinares ardieron desde que se inició el incendio, alrededor de la una de la tarde del domingo, hasta que el fuego pudo ser controlado, a primeras horas de la noche del mismo día. Los biólogos calculan en 30 años el tiempo necesario para regenerar la zona siniestrada, que constituye el verdadero pulmón de Valencia. Todo parece indicar que el fuego fue provocado.

La dehesa de El Saler, propiedad del Ayuntamiento de Valencia, que ocupa unas 850 hectáreas de terreno, está considerada como el verdadero pulmón de la ciudad de Valencia y de su cinturón urbano. La zona quemada como consecuencia del incendio del domingo no es muy extensa, pero es la que mejor se había conservado durante los últimos años, merced a un plan especial del Ayuntamiento de la ciudad.El informe elaborado ayer por los biólogos municipales indica que se quemaron algo más de 2.000 pinos viejos y un número indeterminado de pimpollos, además de varias hectáreas de monte bajo y carrizales. Las especies animales que más sufrieron los devastadores efectos del fuego son los palios que nidifican en la zona, junto con las especies inferiores.

El incendio progresó con gran rapidez debido al fuerte viento que soplaba, que impidió que pudiera ser controlado por el retén de bomberos y el personal de guardia de la reserva. Rápidamente, se desplazaron al lugar nuevas unidades antiincendios para controlar el fuego, si bien los hidroaviones del Icona tardaron más de tres horas en llegar dado que estaban en Madrid Participaron en las labores de extinción dotaciones de los parques de bomberos de Valencia, así como de diversas localidades cercanas, y siete brigadas del Icona, hasta totalizar unas 200 personas.