Los índices y la tensión crecen un poco más
La toma de posiciones de cara a la última semana de este mes ha perdido algo de fuerza en la sesión de ayer al haberse producido algunas salidas por parte del dinero más especulativo y que muestra menos confianza en el futuro inmediato. Aun así, lo único que se ha conseguido ha sido impedir nuevos avances de las cotizaciones y sólo en algunos casos, pues la tónica de la jornada ha sido otra vez la consolidación de las posiciones.El nivel de los precios parece el idóneo para que, de producirse el esperado despegue, se alcancen unos niveles más que interesantes. Aún se están valorando los resultados de los sondeos publicados durante el fin de semana anterior y la confianza en un mercado alcista parece imponerse incluso entre aquellos que desearían unos resultados diferentes.
El nivel de la contratación, absolutamente estancado en las semanas anteriores, ha vuelto a superar los 7.500 millones de pesetas efectivas en el mercado madrileño, lo que ya es de por sí una garantía suficiente de la confianza de los inversionistas. La apuesta es muy fuerte, sin lugar a dudas, y por esto son de fácil comprensión algunos nervios de última hora como los que surgieron ayer y que obligaron a más de uno a cambiar algunos huevos de cesta. También el mercado a crédito se muestra más animado, aunque todavía se mantiene en unos niveles muy bajos, 5,21% del total negociado, si bien lo más importante es que ni una sola peseta ha apostado en esta ocasión por retroceso alguno. El apartado de las ventas a crédito no registró ni una operación en la sesión del miércoles.
En cuanto a esta última sesión, el sueño que se apreciaba en todos los rostros no conseguía esconder una especie de satisfacción general que sin duda permite esperar el porvenir, naturalmente el bursátil, con algo más de tranquilidad. Los primeros corros ya indicaron por dónde podía discurrir la sesión, pues a las alzas que se registraron en principio respondieron inmediatamente algunas ventas que recortaron en parte los avances.
Estos movimientos de ¡da y vuelta se dieron en muchos de los valores eléctricos, pero tuvieron especial incidencia en el sector químico y, fundamentalmente, en su valor estrella, Petróleos, que tras iniciar la tanda ganando nueve enteros, llegó a ceder diez y terminó mejorando el cambio anterior en tan sólo 1,5 enteros. Otro valor de este grupo, Explosivos, tuvo también un recorrido accidentado, pero en. sentido inverso, pues después de ceder hasta cinco enteros recuperó posiciones y cerró casi repitiendo su cotización inicial.
Telefónica se mantuvo al alza, aunque también registró algunos tanteos vendedores al superar el 199%, nivel en el que terminó su andadura. Sólo en un mercado, el de Valencia, se consiguió el 200%, quedando en todos los demás a punto de lograrlo. Los valores bancarios, por su parte, se sumaron a la indecisión y volvieron a tener un saldo negativo para el conjunto de los siete grandes, si bien la mayoría del papel se acumuló en un solo valor. Banesto cedió 24 enteros, mientras que el resto mejoraba sus cambios entre 5 y 10 enteros, dándose además una repetición.
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