Rivera lamenta su excesivo protagonismo
Ramiro Rivera había anunciado repetidamente que no se presentaría a la reelección, pero hasta el final mantuvo Ia duda puesto que antes de irse a Chicago, donde se encuentra estos días, dejó una carta a una persona de confianza para que incluyera su candidatura si se presentaban determinados candidatos. Pero Rivera se marcha definitivamente:, "por razones personales y otras de carácter institucional", y lo hace con una expresión autocrítica: "En estos últimos años el presidente de la OMC ha alcanzado un protagonismo no adecuado y no es bueno que esto suceda""Me voy cansado y me dedicaré al ejercicio profesional y a mi vida familiar". Ramiro Rivera, el presidente de la cúpula médica que más polémica ha suscitado por su particular entendimiento de la política sanitaria y por sus enfrentamientos con el Gobierno socialista, admite al final de su mandato de cuatro años que ha. sido un error haber mantenido ese excesivo protagonismo, y con ello da en parte la razón a quienes han calificado esta etapa de presidencialista y riverista. Fue elegido presidente de la OMC al poco tiempo de ser expedientado por la Administración del PSOE como jefe del Servicio de Cardiología del hospital Provincial de Madrid.
Rivera estima, sin embargo, que ha cumplido por lo menos dos objetivos: el primero, haber dotado a la OMC de una infraestrúctura tanto doctrinal como material mucho más adecuada y completa que la que tenía, y en segundo lugar, haber aumentado el peso sociopolítico de la organizacion que representa a los médicos. "Quería darle a la OMC el protagonismo que debe tener una institución intermedia en una democracia".
Rivera dice que ve incierto el futuro de esta y de otras corporaciones profesionales, "porque habrán de adaptarse a la entrada en la Comunidad Europea". "Si continúa la tendencia europeísta, entonces los colegios profesionales tendrán que asumir su función de ser un fuerte respaldo para la Administración; si, por el contrario, predominan las ideas marxistas, irán muy mal los colegios profesionales y en especial los de médicos".
En el registro de la época Rivera quedan, por otra parte, las acusaciones de haber utilizado la cúpula médica para su política personal, para el corporativismo y para enfrentarse sistemáticamente con la Administración socialista en ma,teria sanitaria. "La OMC", se defiende Rivera, "ha luchado por los intereses de la sociedad, y esto es demostrable con documentos y hechos. Los intereses generales han desbordado, a los particulares y corporativos".
Rivera ha calificado de período duro el que ha tenido que vivir de ralaciones con el Gobierno socialista. "Duro porque hemos tenido que vivir nuestra propia transformación interna, a la que nos obligaba la Constitución, y porque a la vez hemos tenido que actuar con un Gobierno que no nos ayudaba en nada". Notorio ha sido el enfrentamiento y también las negociaciones que ha mantenido Fivera con el ministro de Sanidad, Ernest Lluch. Ramiro Rivera salva al ministro: "Los médicos teriemos ideas liberales y creo que tiemo tenido la suerte de que Lluch haya sido un ministro no imbuido po las ideas sanitarias socialistas".
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