El ex primer ministro japonés Tanaka vuelve a la política y busca ser reelegido diputado
El ex primer ministro japonés Kakuei Tanaka, el hombre más influyente de la política japonesa en los últimos tiempos, ha comenzado a repartir propaganda electoral en su distrito de Niigata con vistas a una eventual reelección como diputado de la Cámara Baja, que se renovará en las próximas elecciones anticipadas del 6 de julio, decididas por el actual primer ministro, el también liberal Yasuhiro Nakasone. Tanaka, que está enfermo, fue condenado hace tres años por aceptar sobornos de la compañía norteamericana Lockheed mientras era jefe de Gobierno.
Todos los sondeos dan por segura la victoria del actual partido en el poder, el Partido Liberal Democrático (PLD). Las únicas especulaciones giran en torno a si Nakasone logrará recuperar la mayoría absoluta para el PLD, perdida en los comicios de diciembre de 1983, o si, por el contrario, deberá seguir gobernando con el apoyo de una grupo minoritario, el Club de los Nuevos Liberales. Otra incógnita es si Nakasone conseguirá mantenerse como primer ministro para un tercer mandato, en contra de las actuales normas internas del PLD, o si se producirá un relevo en la cúspide del Gobierno.La reaparición de Tanaka, de 68 años, condenado por la justicia y cuyo estado de salud es precario, puede tener influencia a la hora de decidir el eventual sucesor de Nakasone entre los llamados nuevos líderes políticos del PLD.
Considerado en otros tiempos como el shogun o caudillo de la política japonesa, el ex primer ministro Tanaka fue condenado en 1983 a cuatro años de cárcel y al pago de una multa de 500 millones de yenes (unos 425 millones de pesetas) por su implicación en el denominado escándalo Lockheed. Tanaka y otros políticos de su Administración fueron encontrados culpables de haber recibido sobornos por parte de dicha firma aeronáutica estadounidense para favorecer la compra de aviones Tristar por parte de Japón. La sentencia de Tanaka está aún pendiente de apelación.
Los problemas judiciales de Tanaka no impidieron que continuase influyendo decisivamente, a través de su importante fracción dentro del PLD, en la vida política japonesa hasta que, en febrero de 1985, un derrame cerebral lo dejó semiparalizado y apartado de la política en su residencia de las cercanías de Tokio.
"Tanaka está mejor y puede volver a la actividad política", dicen hoy sus partidarios, que han comenzado a repartir propaganda electoral en el distrito de Niigata. Tanaka aparece fotografiado en un diario local, de pie, apoyado en un bastón y dice que está recuperado de su enfermedad y dispuesto a trabajar otra vez por el bien de las futuras generaciones. Sus fieles recuerdan que en las últimas elecciones generales, en 1983, Tanaka fue el candidato que obtuvo más votos.
Estatua de bronce
Kakuei Tanaka, que tiene dedicada una estatua de bronce frente a la estación del tren bala, en Joetsu, en el departamento de Niigata, muestra que su imagen aún cuenta en la política japonesa. Sobre todo si logra reanudar su mandato, probablemente sin demasiadas dificultades, en la elección del 6 de julio, lo que le ayudaría a mantener su influencia dentro del PLD a la hora de decidir la única incógnita: si Yasubiro Nakasone debe continuar como primer ministro o, por el contrario, ser sustituido por el actual ministro de Asuntos Exteriores, Shintaro Abe, por el ministro de Finanzas, Noboru Takeshita, o por el secretario general del PLD, Kiichi Miyazawa.Nakasone, actualmente en campaña por varias ciudades del país, afirmó el pasado miércoles en Saporo, principal centro urbano de la isla de Hokaido, al norte de Japón, que el PLD obtendrá la mayoría absoluta de 257 diputados. La Cámara Baja ha ampliado sus escaños a 512 en busca de un mayor equilibrio entre los representantes de las áreas urbanas y rurales. En la anterior Cámara, con 511 diputados, el PLP contaba con 249 escaños y el apoyo de otros ocho del Club de los Nuevos Liberales.
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