Los grandes bancos nacionales mantienen estrategias distintas sobre captación de pasivo e inversión crediticia
La inversión crediticia en pesetas de los siete grandes bancos ha crecido en 157.000 millones de pesetas en los cinco primeros meses del año, mientras que los depósitos lo hicieron en algo menos de la mitad en el mismo período. Esta nueva posición, no uniforme en el conjunto de los grandes bancos, es la que explica en parte los altos niveles de dinero que viene suministrando el Banco de España en las últimas subastas y las tensiones existentes en el mercado interbancario. El Banco de Bilbao es el que más ha aumentado en depósitos, y el Santander, junto con el Bilbao, quien más ha incrementado su inversión. El Banco Central ha disminuido sus recursos ajenos, y Banesto ha visto descender su inversión crediticia en pesetas.
Los siete grandes bancos mantienen durante los cinco primeros meses del año una estrategia muy distinta entre sí respecto a la política de captación de pasivo y de inversión crediticia. Una vez más las cifras muestran la disparidad de criterios que parece existir entre las grandes instituciones financieras a la hora de plantearse dónde están las oportunidades de generar beneficios. Las cifras consolidadlas de los siete grandes bancos -Central, Banesto, Hispano, Bilbao, Vizcaya, Santander y Popular- muestran un crecimiento escaso de los recursos de terceros (algo más de 77.000 millones de pesetas) y un mayor aumento de sus cifras de inversión, 157.000 millones de pesetas en, los cinco primeros meses del año.No obstante, estas cifras globales esconden realidades distintas en función de cada entidad financiera. Así, por lo que se refiere a la evolución de los depósitos de terceros en pesetas, el Banco Central ha perdido 64.000 millones de pesetas y el Santander algo más de 44.000 millones de pesetas. El resto de los grandes bancos presentan variaciones positivas de sus saldos de recursos ajenos, que varían desde los 3.000 millones de pesetas de Banesto a los 118.000 millones del Banco de Bilbao, en los que se encuentran incluidos los correspondientes a la absorción del Banco de Huesca. En todo caso, las cifras deben corregirse por el hecho de que hasta finales de mayo han seguido venciendo pagarés bancarios de propia financiación que en gran proporción se han transformado en pagarés del Tesoro, lo que difumina, en unas entidades más que en otras, la evolución real de los depósitos de clientes.
La inversión en pesetas por parte de los grandes bancos, la más representativa en la actualidad dado el importante proceso de desinversión en divisas que vienen realizando las empresas españolas, muestra también comportamientos distintos por parte de los grandes bancos nacionales. Mientras que el Banco de Santander, y en menor medida el Banco de Bilbao, presentan fuertes crecimientos de su inversión en valores absolutos, el resto de las grandes entidades de crédito tienen incrementos más modestos e incluso otros siguen presentando crecimientos negativos de sus cifras de inversión.
Disparidad de criterios
El Banco de Santander ha aumentado su inversión en 84.000 millones de pesetas y el Bilbao lo ha hecho en 73.000 millones. Por el contrario, el Banco Central la ha disminuido en 9.000 millones de pesetas, Banesto lo ha hecho en 22.000 millones y el Vizcaya en algo más de 4.000 millones de pesetas.Las razones que pueden estar detrás de estos comportamientos dispares entre los grandes bancos nacionales se explican por las distintas posiciones que han venido manteniendo en los últimos ejercicios. Así, mientras que el Banco de Bilbao ha sido tradicionalmente un banco inversor, y ha tenido posiciones tomadoras en las operaciones del mercado interbancario, otras entidades, como el Banco de Santander, han introducido fuertes modificaciones en su estrategia y, de ser prestadores de dinero se han convertido en fuertes demandadores de dinero en los últimos meses. Otras entidades, por el contrario, se han convertido en fuertes intermediadores de fondos públicos y otras, por último, mantienen su tradicional posición de fuerte liquidez prestándola al resto de bancos, aunque sea en condiciones de tipos de interés algo menos rentables que hace tiempo. Las tensiones de liquidez existentes en el sistema se pueden explicar por las necesidades de fondos de algunos bancos para cubrir sus coeficientes.
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