Comprensión y sufrimiento

El presidente del Gobierno, Felipe González, declaró en rueda de prensa que no alcanzaba a comprender el mal funcionamiento de la Administración. El problema del señor González es que no lo comprende; el problema de los demás es que lo sufrimos.Con fecha 16 de enero, el BOE publica un reglamento que desarrolla la Ley 30/84 de 2 de agosto, y en el capítulo III se puede leer:

"En el plazo de dos años a partir de su toma de posesión, los funcionarios de nuevo ingreso no podrán participar en concurso para las provisiones de puesto de trabajo...".

La disposición final segunda del mismo reglamento dice que entrará en vigor el día de su publicación en el BOE, excepto sus capítulos II, III, IV y V, que únicamente serán de aplicación una vez aprobadas las correspondientes relaciones de puestos de trabajo.

A la vista de todo esto, y puesto que las antedichas relaciones no han sido aprobadas todavía en su totalidad, es de suponer que la exigencia de dos años en destino para poder concursar no se encuentra en vigor.

Pues bien, a continuación se publica en el BOE una orden que en su base segunda, punto dos, dice: "Los funcionarios en activo con destino definitivo sólo podrán participar en el presente concurso siempre que, a la terminación del plazo de presentación de instancias, hayan transcurrido dos años desde la toma de posesión del último destino obtenido por concurso...".

¿Cómo se puede exigir dos años en destino para poder concursar si el reglamento dice lo contrario? Supongo que el presidente del Gobierno no lo comprenderá, como tampoco lo comprendemos nosotros, pero él no es uno de los miles de funcionarios que tendrán que estar viviendo fuera de casa, con lo que esto supone económicamente, dos años como mínimo. Gracias a Dios que andamos por buen camino-

y cuatro firmas más.