Paqui y José Luis,

de 19 y 18 años, respectivamente, residen en Mérida y eran novios desde hacía unos seis meses, pero, como informa el diario Hoy, de Badajoz, "algunos amores fructifican con rapidez". Así que decidieron casarse. La boda fue anunciada en la parroquia de Nuestra Señora de los Milagros, de la capital extremeña, una ciudad de 41.000 habitantes. Todos los presentes debían de notar ya la emoción contenida y el ánimo alterado cuando el cura se disponía a plantear la pregunta de rigor: "José Luis, ¿quieres a Francisca por esposa?". Y seguramente se les quedó la sonrisa helada al escuchar la respuesta: "No". El sacerdote, incrédulo, volvió a preguntar: "¿Quieres a Francisca por esposa?" Y José Luis insistió: "Que no". La boda fue suspendida, obviamente. Tal vez se produjeron luego diversos movimientos de pasillo. El caso es que la ceremonia acabó repitiéndose tres horas más tarde, a medianoche, pero ya sin los invitados. Finalmente, a la tercera, José Luis dijo sí. Y todos tan contentos. La noticia corrió por toda la ciudad, y el novio incluso hizo declaraciones. Para justificar su actitud, el dubitativo José Luis se limitó a responder tranquilamente que sólo tiene 18 años. Al muchacho aún le queda mucho por delante.