Un hombre que dice llamarse Carolus III vive en un 'seiscientos' aparcado en Alfonso XII

Un hombre de unos 70 años vive desde hace meses en un Seat 600 aparcado en la calle de Alfonso XII entre la cuesta de Moyano y el Museo Etnológico. El anciano, que afirma tener más de 100 años y llamarse Carolus III, se ocupa de limpiar la acera de la calle y lavar algunos de los coches estacionados en la calle a cambio de las propinas que le permiten comer. Carolín, como le llaman algunos vecinos, asegura que ha estudiado la carrera de sabio.

Los vecinos de la zona están ya acostumbrados a verle. "Este coche es de una vecina pero no lo usa porque no funciona. Cuando me metí en él la vecina me dijo primero que saliera pero le dije que no tenía otra vivienda y me lo dejó. Yo se lo cuido", dice este hombre, que cuando se le pregunta su nombre saca de una vieja cartera un papel cuadriculado en el que con letra caligráfica pone: "Carolus III, Carolo III, Carlos III, Carlos Baltasar". "Bueno, algunas veces me llaman Carolín o el artista", afirma tan convencido.Este hombre cuenta la historia de su vida convencido de que todo lo que dice es cierto. "Mi madre me parió hace más de 100 años al final de Legazpi, en pleno campo. Mis antepasados eran algo orientales", asegura este hombre, que relata haber sido recogido con un año de edad por Alfonso XII en el palacio Real, haber estudiado la carrera de sabio y haber sido jefe de policía, gobernador de Barcelona con el Gobierno Companys y consejero del papa Pío X.

Cerca del Retiro

Mientras habla abre con su llave inglesa una de las bocas de riego de la calle y mete una manguera con la que lava coches y los mil y un objetos que tiene almacenados en su coche. Hace unas semanas, cuando un policía municipal, en su ronda, le advirtió que la grúa se llevaría el vehículo, el anciano sacó todo lo que había en él y lo limpió a conciencia. De su interior salieron escobas, cepillos, bidones, papeles, ropa y hasta una bandera autonómica. Luego, al ver que no acudía nadie a deshauciarle, volvió a meter sus cosas."Si me echan de aquí me voy al Retiro. Éste es el cuarto coche que ocupo y los últimos estaban aparcados aquí. Es muy sano vivir en torno al Retiro", dice Carolo. "No, yo no iré a un albergue municipal. Una vez estuve en uno y salí corriendo. Lo mío es vivir a mi aire". Para ratificar sus palabras extrae de la cartera y muestra lo que él considera la mejor medicina del mundo: dos frasquitos de mercromina. "Se lo digo yo, que he sido médico en el hospital de San Carlos".

En su conversación intercala que ha sido troquelista de la Casa de la Moneda y que ha trabajado en Agromán. "En Madrid también he hecho algo. Ahí está ese monumento que hice en la Puerta de Alcalá. En el cartel que hay encima pone mi nombre". Durante el día se le ve abriendo puertas de taxis, limpiando coches y barriendo la acera. Luego, a mediodía, coloca su comida y bebida encima del capó del coche. Su sueño es que le cedan un local hoy cerrado, cercano a su vivienda, para montar un negocio.