El ex comisario Miyares declara ante el juez que investiga la supuesta corrupción policial

El ex comisario de Santander Alejandro Miyares Duque, de 63 años, compareció a mediodía de ayer, por vez primera, ante el juez que investiga la presunta corrupción policial. La entrevista con el magistrado duró menos de media hora. El ex comisario había recibido a principios de mayo último instrucciones de presentarse en la comisaría de policía a fin de entregar su placa y el arma correspondiente.Actualmente en situación de jubilado, ha rechazado siempre, haciendo frente a ciertas informaciones periodísticas, toda responsabilidad en la presunta corrupción en la comisaría santanderina durante los últimos años, esto es, desde que fue destituido a principios de 1983. A partir de entonces permaneció de baja a lo largo de varios meses por enfermedad y luego se acogió a la jubilación.

Es previsible que el magistrado Javier Cruzado Díaz, titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Santander, instructor del sumario abierto tras el descubrimiento de la presunta mafia policial, declare finalizadas sus averiguaciones durante la próxima semana, en que quedaría levantado el secreto del sumario. En los últimos días han sido varias las personas citadas que han acudido a prestar declaración, entre ellas algunos de los inspectores presuntamente implicados.

Miyares era responsable máximo de la comisaría de Santander cuando delincuentes comunes, algunas semanas después detenidos y luego procesados, atracaron en 1981, con la supuesta connivencia policial, la joyería santanderina Rubí, propiedad de la mujer de Federico Venero, y robaron las joyas de unos viajantes que se encontraban allí en aquel momento. Las declaraciones de Venero en diciembre último dieron origen a la apertura del sumario. El joyero Federico Venero estuvo implicado en el asalto registrado en su tienda, y manifestó luego a la policía que conocía la identidad de los atracadores. Se excusé de no haberlo hecho antes por ser objeto de amenazas de muerte contra su mujer y sus hijas. Venero facilitaría, finalmente, la detención de los cuatro delincuentes que se llevaron los muestrarios de los viajantes, procedentes de La Coruña, que contenían piezas por valor de 200 millones de pesetas. Fue el joyero quien años después denunció ante el juez las extorsiones y amenazas de que era objeto por determinados policías, algunos de los cuales habían intervenido en el esclarecimiento del atraco a su tienda.

La ley orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad establece el denominado fuero policial, que impide el procesamiento de los miembros de las fuerzas de seguridad del Estado si no es a través de la Audiencia. El juez Cruzado Díaz deberá enviar las diligencias a la Audiencia Provincial.