Felipe González y Adolfo Suárez, los lideres con escoltas policiales más numerosas
Los principales líderes políticos nacionales viajan acompañados por equipos de seguridad formados por policías profesionales y miembros de los aparatos de los partidos a los que pertenecen. Unos y otros custodian a los dirigentes políticos y habitualmente no existen fricciones. El presidente del Gobierno, Felipe González, y el ex presidente Adolfo Suárez son los que cuentan con escoltas policiales más numerosas. Fraga, Carrillo e Iglesias tienen asignado un policía profesional permanentemente, y Miquel Roca viaja sin escolta. Los líderes acostumbran a tener un trato deferente con ellos. Siempre que pueden les dan licencia, pero éstos suelen negarse.
Felipe González viaja a las ciudades en avión de ocho plazas en compañía de su mujer y de Julio Feo. Cuatro de los pasajeros forman parte de su escolta personal habitual, al mando del comisario Manuel Céspedes. Todos los aspectos relacionados con la seguridad de González en campaña dependen del departamento de Seguridad del palacio de la Moncloa. Antes de iniciar cada viaje, un inspector de policía dependiente de dicho departamento habrá recorrido todos los trayectos del itinerario del presidente, los locales donde celebrará las conferencias de prensa, el trayecto desde los mismos a la plaza de toros o recinto donde está prevista su presencia en actos públicos y las condiciones de seguridad de los mismos. Con el informe emitido por el mencionado inspector, Seguridad de Moncloa decidirá el dispositivo policial adicional -inspectores y policías de uniforme- que precisa el presidente en cada provincia.Con Fraga viaja tan sólo un escolta, que es el que habitualmente le acompaña, también en Madrid, y es un inspector perteneciente al Cuerpo Superior de Policía, que depende de Interior. Tiene también un jefe de seguridad propio, que le acompaña siempre en sus desplazamientos, puesto a su disposición por AP.
Adolfo Suárez viaja siempre con cuatro escoltas del Cuerpo Superior de Policía, que se van turnando. Cuando Suárez viaja en avión, le acompañan los cuatro y, si lo hace en autobús, dos de ellos suben junto a él mientras los otros dos marchan en automóvil delante del autocar, abriéndole paso. Se mueven con mucha discreción. A Suárez le hablan con gran confianza. Son sus escoltas habituales.
Miquel Roca viaja por España sin ningún tipo de escolta, aunque, al llegar a las ciudades que va a visitar, un servicio de policías uniformados y, a veces, de paisano monta un discreto sistema de vigilancia en los lugares a los que acude. Lo mismo sucede con los demás candidatos a la presidencia.
Gerardo Iglesias, según datos del PCA, va acompañado por un inspector de policía. No lleva ningún otro dispositivo de seguridad. Santiago Carrillo tiene asignados por Interior un escolta y un chófer, que se organizan en turnos. Los escoltas acostumbran aliviar a los dirigentes políticos, con tono y ademanes suaves, pero firmes, del agobio excesivo de algunos de los militantes y simpatizantes que desean saludar, abrazar o estrujar a sus líderes.
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