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30 heridos al retirar la policía el féretro de Joseba Asensio a militantes de Herri Batasuna

La policía impidió ayer en Bilbao la celebración de un homenaje al etarra Joseba Asensio, que fue encontrado muerto el pasado domingo en su celda de la cárcel de Herrera de la Mancha. Numerosos efectivos de la Policía Nacional dispersaron a simpatizantes de Herri Batasuna cuando trasladaban el féretro con los restos mortales de Asensio desde el hospital de Basurto hasta la plaza del Arenal, lugar donde los abertzales habían convocado una concentración. Durante los incidentes resultaron heridos, entre otras personas, el dirigente de dicha coalición Txomin Ziluaga y una hermana del fallecido.

Sobre las siete de la tarde la policía interceptó en la calle de Ercilla el furgón que trasladaba el féretro de Joseba Asensio desde el hospital de Basurto hasta el Arenal, donde estaba programado un acto de homenaje. Ante la imposibilidad de que el furgón siguiera su recorrido, familiares de Asensio y dirigentes de Herri Batasuna tomaron el féretro a hombros y siguieron a pie. La policía se lo impidió. En el forcejeo que siguió al intervenir la policía, sufrieron heridas una hermana de Asensio y Txomín Ziluaga, miembro de la Mesa, Nacional de HB, atendidos en el hospital de Basurto. Ziluaga sufría fuertes contusiones en la cabeza y se le dio de alta. La policía se hizo cargo del féretro y lo trasladó al cementerio de Derio.A las siete y media de la tarde empezó en el Arenal el acto de homenaje al etarra muerto en la cárcel, con asistencia de varios miles de personas. Dicho acto no había sido autorizado por el gobierno civil pero, con -posterioridad, fue autorizado expresamente por la Junta Electoral de Zona. Tomaron la palabra desde el estrado de la música Txema Montero, abogado de Joseba Asensio, y un representante de las gestoras pro amnistía, quienes denunciaron las condiciones en que se había producido el fallecimiento de Asensio y la falta de asistencia médica durante los años que estuvo en prisión.

Cuando tomaba la palabra un ex preso de ETA, que recientemente salió de la cárcel, se produjo un movimiento entre el público asistente. Una mujer reconoció a una persona como uno de los policías que había detenido a su hijo, y en ese momento el supuesto policía y otros; dos hombres que le acompañaban, sacaron las pistolas e hicieron numerosos disparos al aire, en tomo a 20, causando el pánico entre algunas personas; algunas quisieron huir, otras se tiraron al suelo. Los tres policías abandonaron el Arenal corriendo, seguidos por varias personas que no consiguieron alcanzarles.

A partir de ese momento se sucedieron cargas policiales para disolver la concentración y barricadas en la zona del casco viejo de Bilbao. La policía actuó con gran contundencia, utilizando botes de humo contra los manifestantes. Varios heridos se refugiaron en la parroquia de San Nicolás, de donde salió el párroco con un pañuelo blanco para pedir a la policía que dejara de disparar y permitiera evacuar a los heridos.

Según el gobierno civil, que en un primer momento negó que se hubieran producido los disparos y aseguró que todos los funcionarios que se encontraban de servicio en la zona del Arenal lo hacían de uniforme, los tres policías que efectuaron los disparos eran inspectores de la Brigada de Información. Uno de los agentes, según la versión oficial, sufrió una agresión al ser reconocido, lo que provocó que hicieran uso del arma él y sus compañeros. La misma versión del gobierno civil añade que el inspector fue atendido en el servicio de urgencia del hospital de Basurto y que ha causado baja en el servicio. Pero el servicio de urgencia desmintieron haber atendido a ningún policía y dicen que los funcionarios siempre se identifican, porque los partes de lesiones es obligatorio entregarlos al juez.

Herri Batasuna, en una conferencia de prensa, había anunciado que se querellará contra la Administración al considerar que Asensio no recibió tratamiento médico adecuado; y que el caso será denunciado ante organismos internacionales. Instituciones Penitenciarias alega que el preso sólo se quejó de una afección en los ojos.

Joseba Asensio, encontrado muerto en su celda de la prisión de Herrera de la Mancha (Ciudad Real) el pasado domingo, no fue sometido a exámenes radiológicos ni a tratamiento específico desde que en febrero de 1982 le fue diagnosticada en el hospital penitenciario de Carabanchel una pleuritis, según manifestaron sus familiares.

Según el dictamen del equipo forense, en el que ha participado una colegiada nombrada por la familia, la muerte del miembro de ETA, producida de un modo natural, fue originada por "las graves lesiones de tipo médico halladas en los pulmones", en concreto, de una infección tuberculosa reactivada. Por el momento falta aún el análisis toxicológico, con vistas a dilucidar si se produjo o no un envenenamiento externo.

Joseba Asensio, de 27 años y natural de Bilbao, estaba a punto de cumplir su condena de nueve años -acusado -de pertenecer a ETA Militar y de tenencia ilícita de armas-, que se había acortado como consecuencia de la redención de la pena por haber cursado estudios en la cárcel. Asensio había sido detenido en mayo de 1980 y estuvo internado en las prisiones de Burgos, El Puerto de Santa María, Soria, Alcalá Meco y Herrera de la Mancha. Fuentes cercanas a la familia de la víctima informaron que el recluso había participado en seis huelgas de hambre, a consecuencia de las cuales tal vez se agudizó su enfermedad. No obs.tante, estas mismas fuentes adujeron que Asensio, "aunque era un hombre conocedor de sus derechos, no era un quejica".

Por su parte, una hermana del preso muerto, presente también en la conferencia de prensa, anunció que la familia Asensio va a presentar una querella contra Instituciones Penitenciarias, "únicos responsables", en su opinión, del desenlace fatal. La hermana de Asensio argumentó que éste había pedido una revisión al inédico de la prisión de Herrera y "no se le hizo ningún caso".

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