_
_
_
_
_

Malestar y tensión en la Asamblea de la Unión Europea Occidental

Soledad Gallego-Díaz

La 32ª Asamblea de la Unión Europea Occidental (UEO) se inauguró ayer en París en un clima de malestar y tensión. Los parlamentarios de los siete países miembros de la organización están descontentos porque el proceso de reactivación de la UEO, anunciado a bombo y platillo hace dos años, se ha quedado en agua de borrajas y porque el Consejo de Ministros no les informa puntualmente sobre sus actividades y planes. La atención se centra en el discurso que pronunciará mañana el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Giulio Andreotti, presidente de turno del Consejo, quien tendrá que hacer frente a las críticas.La UEO tenía que haberse convertido, en teoría, en un foro efectivo para discutir los problemas de defensa y seguridad específicos de Europa occidental. En 1984, los Gobiernos italiano y de la República Federal de Alemania explicaron que Europa no podía debatir sus problemas de defensa ni en la Comunidad Europea ni en la Alianza Atlántica, donde están presentes también Estados Unidos y Canadá. Sólo quedaba la UEO como lugar de encuentro capaz de convertirse en el pilar europeo de la OTAN. Han pasado dos años, y tanto el Consejo de Ministros como la Asamblea Parlamentaria continúan moviéndose en una nebulosa, sin funciones ni papel precisos.

La UEO debe decidir además s se abre a otros países europeos miembros de la Alianza Atlántica Por el momento sólo forman parte Francia, la República Federal de Alemania, Italia, Reino Unido, Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo. Portugal y España han hecho saber ya que estarían dispuestos a adherirse, pero todavía no han recibido la invitación formal. En el caso español, todo dependía del resultado del referéndum sobre la integración en la Alianza Atlántica. El secretario general de la Unión, el belga Alfred Cahen, visitó Madrid pocos días antes de la votación y fue recibido por el presidente del Gobierno, Felipe González, quien le hizo saber que si España ratificaba la integración solicitaría su ingreso en la UEO.

Por el momento, España goza del estatuto de observadora, aunque en esta ocasión ningún parlamentario se ha desplazado a París para los debates de la Asamblea. La campaña electoral absorbe, al parecer, todos sus esfuerzos. Entre los informes que se debatirán figura uno en el que se subraya la necesidad de que nuestro país amplíe su cooperación militar con la OTAN en el Mediterráneo.

Los parlamentarios europeos discutirán varios documentos de trabajo relacionados con la seguridad y el terrorismo, el desarme, la situación en el Mediterráneo y la tecnología de aplicación militar. El autor del informe sobre el terrorismo, el holandés Van Der Werff, deplora que los Gobiernos de los siete no hayan utilizado el consejo de la UEO para debatir la reciente crisis provocada por el bombardeo norteamericano de Libia y recuerda que este organismo debía ser teóricamente el encargado de coordinar las políticas de seguridad.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_