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LA CAMPAÑA ELECTORAL

La abstención se sitúa entre el 25% y el 30%

La abstención prevista por el sondeo para las próximas elecciones se mantiene en los niveles de confrontaciones anteriores, con una estimación del 70% al 75% de votantes, lo que significa que la abstención se moverá, según estas previsiones, entre el 25% y el 30% del electorado. Este dato hay que completarlo con una importante observación: el censo actualmente en vigor, con 29.025.494 electores, está sobrevalorado en más de un millón de votantes, al haberse incluido en el mismo personas que cuentan en la actualidad 16 y 17 años.

Estos jóvenes no podrán votar por no haber alcanzado los 18 años. Los autores del sondeo no han encontrado explicación oficial a este desajuste, salvo que se ha conseguido el objetivo de tener, incluidos en las listas a aquellos ciudadanos que podrán ejercer su derecho al voto en los próximos dos años.La abstención en las legislativas de 1977 fue del 21%; en las de 1979 se registró la más alta, con el 31%, y en las de 1982, la más baja, con sólo un 20% de abstención. Las previsiones para el próximo día 22 sitúan la abstención, -25%-30%- entre la de 1977 y 1979.

Durante el trabajo de recogida de datos, un 72% de los entrevistados manifestaron explícitamente que piensan votar con toda seguridad; un 14% dijo que probablemente votará, y un 3% que probablemente no acudirá a las urnas. Sólo un 5% de los preguntados afirmó, con seguridad, que no votarán el día 22. Por fin, un 6% no contestaron a esta pregunta.

El censo electoral oficial, que desde 1979 había permanecido prácticamente inalterado, comprende en la actualidad un total de 29.025.494 votantes potenciales. Ello representa un incremento de 2.188.282 personas respecto al utilizado en las elecciones de 1982. Una parte importante de esos dos millones largos de nuevos censados no podrá ejercer en la práctica, el próximo 22 de junio, su condición de electores, por no contar todavía con 18 años, la mayoría de edad exigida para ejercer este derecho.

En el censo actual aparecen incluidos no sólo los mayores de 18 años, sino los jóvenes de 16 y 17 años de edad. Con esta medida se consigue una actualización automática del censo electoral durante los dos próximos años, al menos en lo que a altas en el mismo se refiere, a medida que los ya inscritos vayan cumpliendo la edad. legal para votar.

El voto de los jóvenes

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En contrapartida, esta actualización del censo supone la creación automática de una abstención técnica que es preciso tener en cuenta a la hora de evaluar los porcentajes de abstención que se registren en los comicios. En las elecciones del próximo día 22 más de 1.000.000 de jóvenes no podrán votar, pese a figurar en el censo electoral, por haber nacido en 1969, 1970 o en la segunda mitad de 1968. Ello supone arrancar con una abstención técnica en tomo al 4% del actual censo.

Además de la mayor abstención técnica por sobreinscripción de jóvenes en el censo, no parece que en las próximas elecciones los votantes jóvenes vayan a abstenerse en mayor proporción que el conjunto de la población. Lo probable es que su participación se sitúe entre el 70% y el 75%, lo mismo que la media general.

En relación con el conjunto nacional, las intenciones de voto de este segmento de población se inclinan más favorablemente hacia la izquierda que hacia el centro o la derecha, de forma que en torno al 40% votará al PSOE; un 14%, a Coalición Popular; otro 14%, a las distintas alternativas de centro, y un 6%, a Izquierda Unida, que engloba al PC de Gerardo Iglesias.

La economía, al margen

En otro terreno, el sondeo detecta un estado de opinión resignado con la situación económica y no parece que este factor condicione sustancialmente el resultado de la contienda electoral. En todo caso, los antiguos votantes de CP sienten más confianza en una mejora de la economía bajo un eventual Gobierno de este signo que la que manifiestan los votantes del PSOE respecto de la gestión socialista.

A ello hay que añadir que, en conjunto, es mayor el optimismo entre los potenciales votantes del PSOE que de CP, lo que indica, según los autores de la encuesta, que la ideología política tiñe más la valoración de la gestión económica de lo que esta valoración influye sobre las decisiones de voto. En el total nacional, un 16% piensa que la economía iría bien o muy bien si gobernase CP; un 19%, que iría regular, y un 32%, que marcharía mal o muy mal. En caso de que siga gobernando el PSOE, el 21% piensa que las cosas seguirán bien o muy bien; un 33%, que regular, y un 22%, que mal o muy mal.

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