La policía les esperaba abajo.

jóvenes surcoreanos que habían ocupado ayer el Banco Koram, ligado a intereses norteamericanos, en protesta contra el apoyo de, Estados Unidos al régimen autoritario vigente en su país, saltan al vacío en la confianza de que así burlaban a la policía, que les tenía cercados. Pero tan olímpico gesto fue en vano, ya que abajo -aparte de unas colchonetas caritativamente colocadas por las fuerzas represivas- les esperaban aguerridos karatekas que, tiras una desigual batalla campal, les condujeron a los calabozos. Similares incidentes se desarrollaron también ayer tras los funerales por dos estudiantes que se autoinmolaron recientemente prendiéndose fuego.