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Tribunal de Pau condena a cadena perpetua al primer miembro de los GAL juzgado en Francia

La Audiencia de Pau (Francia) condenó ayer a cadena perpetua a Pierre Baldés, el primer presunto activista de los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación) juzgado en Francia por asesinato. El juicio, iniciado el pasado miércoles, quedó ayer visto para sentencia y a última hora de la tarde se hizo pública la condena a perpetuidad contra el miembro de los GAL. Puede decirse ya que la dirección y las estructuras intermedias de los GAL han logrado quedar al margen de un proceso que potencialmente les colocaba en una situación comprometida.

ENVIADO ESPECIALCon su negativa a colaborar con los tribunales franceses, Pierre Baldés, de 35, años, afincado en Tarbes (Francia), con antecedentes delictivos, ha mantenido el secreto que protege a la cabeza de los GAL, pero al mismo tiempo ha hipotecado también su propia defensa.Al elevar sus conclusiones, el fiscal de Pau pidió al jurado que condene sin reservas y con la pena de cadena perpetua a Pierre Baldés, no sólo por su autoría en el atentado perpetrado el 29 de marzo de 1985 en el café Les Pyrénées de Bayona, sino también por la propia personalidad del acusado. Durante el proceso, la arrogancia mostrada por el presunto mercenario, acusado de asesinato premeditado, intento de asesinato múltiple y posesión de armas, fue resaltada una y otra vez por los abogados de la acusación y pesó en el ambiente casi tanto como el cúmulo de testimonios reunidos en su contra.

Para sorpresa general, sin embargo, el hombre que exhibió a lo largo de tres días un aplomo extraordinario, "el asesino profesional" y "el prototipo de los GAU, como repitió ayer la acusación, se derrumbó repentinamente a media tarde y prorrumpió en sollozos cuando uno de sus dos abogados defensores dijo de él que era un buen padre, una buena persona, culta, servicial, inteligente, sensible y preocupada por las familias de sus siete hermanos.

Por la mañana, la actitud de Pierre Baldés había hecho exclamar al abogado de la familia de Benoit Pecastaing, el joven estudiante francés que perdió la vida en el café Les Pyrénées: "Este hombre que se enfrenta a una pena posible de cadena perpetua responde al tribunal con mucha menos emoción que cualquiera de nosotros. ¿Porqué está tranquilo, por qué guarda silencio? Esto se preguntó el mismo abogado, para a continuación responder a su propia pregunta: "Guarda silencio porque está protegido, porque: tiene garantías, porque sólo tiene una regla que cumplir; precisamente la ley del silencio". El hermetismo de Baldés no evitó, sin embargo, que a lo largo del día de ayer se instalara en la sala de juicios de Paula idea de que los GAL son un grupo financiado y dirigido desde España.

Grupo dirigido desde España

Christiane Fando, la abogada de Kepa Pikabea, el presunto activista de ETA Militar herido gravemente en el mismo atentado, fue quien llevó más lejos la presunción general al afirmar que los GAL, autores de 24 muertes y 25 heridos, es una organización parapolicial española que respónde a una estrategia diseñada en 1983 por el Gobierno español. Y el propio fiscal, que enumeró cuidadosamente a las distintas organizaciones terroristas que operan en el País Vasco francés, desde ETA Militar -"que prepara aquí sus atentados en España"- hasta Iparretarrak, Comandos Autónomos, ETA Político-militar y GAL, apuntó que los jefes de este grupo se encuentran probablemente al otro lado de la frontera. Los abogados de la acusación, representantes de las cuatro víctimas del café Les Pyrénées -un muerto y tres heridos-, aludieron profusamente a declaraciones recientes en las que el nuevo ministro del Interior francés, Charles Pasqua, señaló que los GAL son una organización financiada por otro Estado. La acusación trató de convencer al jurado de que una sentencia ejemplar para Pierre Baldés dificultaría el reclutamiento de los hampones de que se nutren los GAL, y en última instancia evitaría nuevos asesinatos.

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