"Ahora, que soy mejor, toreo menos", dice Paco Alcalde

E. M., El diestro Paco Alcalde, que hoy hace su único paseíllo en la feria, resume su situación actual en una frase: "Ahora, que soy mejor que en mis comienzos de matador, toreo menos". Aunque la sitúación no le guste, la acepta con resignación y pragmatismo, ya que admite, con gran sinceridad, que la fiesta no hay quien la cambie.

"Yo rompí con fuerza tras tomar la alternativa e incluso llegué a encabezar el escalafón una temporada", afirma Alcalde, "pero reconozco que era demasiado para mí, como torero y, sobre todo, como persona; aquello no lo asimilé bien y con el tiempo me costó la caída y el olvido".

Un olvido del que ha tardado mucho en salir. Precisamente su éxito en la feria de Valdemorillo de este año, confirmado en marzo en Las Ventas, donde cortó una oreja, le ha relanzado. "Ahora soy muy consciente de lo duro que es estar relegado", comenta el manchego, "y no dejaré escapar el tren de las oportunidades, cuya primera parada es esta tarde". Será su cuarta corrida esta temporada.

Con parecido realismo se expresa su compañero de cartel, José Luis Palomar, quien toreará hoy su primera corrida del año. "Creo que por mis triunfos anteriores en esta plaza, y no sólo en San Isidro, merecía alguna tarde más", dice el soriano, "pero hay que aceptar las cosas como son". Palomar culpa a las exclusivas de la injusta situación de la fiesta: "Los contratos deberían ganarse en la plaza, como haré yo hoy", señala, "y no en los despachos".

Completa la tema el diestro gaditano Emilio Oliva, que pretende, en su única actuación en la feria, mejorar el discreto balance de sus dos tardes. en el ciclo isidril de 1985.

Toros rechazados

Cuatro de los seis toros que Francisco Martínez Benavides envió para la corrida de esta tarde fueron rechazados ayer por los veterinarios. El ganadero se comprometió a traer otros cuatro, en sustitución de los rechazados, para el reconocimiento que tendrá lugar esta mañana.

En 1946, Pedro Gandarias creó esta ganadería, que se anunciaba como Castillo de Higares. Posteriormente adquirió un lote de vacas y un semental de José Escobar y otro de Antonio Urquijo. En 1965 la adquirió su actual propietario.