Los aristócratas inventaron el rejoneo

La primera corrida de rejoneo de la feria se celebra esta tarde. Un espectáculo que inventaron los aristócratas a Finales de la Edad Media. Era la antigua forma de torear, a caballo y alanceando a los toros. Estos señores feudales lo hacían en los patios de armas de sus castillos. A la vez, este ejercicio físico les servía de preparación teórica para futuras batallas.

El pueblo se limitaba a ser espectador de la actuación de su señor. O participaba como auxiliar para poner en suerte a la res en terrenos del corcel. A principios del siglo XVII, y como consecuencia de las anteriores prácticas en castillos, surge como tal el arte del rejoneo. Pero en España solamente dura un siglo, pues con el comienzo del reinado de los Borbones, con Felipe V, se abandona, quedando de entretenimiento en las maestranzas. Sin embargo, en Portugal adquirirá un enorme auge, que cristalizará con su gran figura, el marqués de Marialva.

Algo similar sucede en nuestro país a partir de 1923, cuando el andaluz Antonio Cañero hace resurgir el rejoneo. Él trajo una serie de innovaciones que gustaron al público, como el quebrar y recortar con el caballo, medir los terrenos, echar pie a tierra y torear de muleta, matando después al toro con el estoque, etcétera. Y siempre con la res en puntas, sin afeitar. Después, la historia del rejoneo se fue llenando de nombres: Domecq, Peralia, Bohórquez, Vidrié, Lupi, Moura... Sin olvidar el curioso caso de Carlos Arruza, quien tras retirarse como diestro de a pie reapareció como rejoneador a partir de 1956, alcanzando también importantes triunfos.

Toreros en el tendido

Son numerosos los toreros que acuden a Las Ventas como espectadores para ver las actuaciones de sus compañeros en el ruedo. Lázaro Carmona es uno de ellos. Aún no está recuperado de la grave cogida que sufrió la semana pasada en Jaén: "Tengo el esternón partido", dice, "y no me darán el alta hasta primeros de junio. La verdad es que no he perdido ninguna corrida por este percance, aunque vendré a Madrid este verano, y de eso dependerá el resto de mi temporada".

Carlos Cancela, que toreó el pasado día 2 en la Monumental, es otro de los fijos. "Estuve bien, pero los carteles de San Isidro, ya estaban cerrados", dice, "aunque podría coger alguna sustitución". Está contratado en El Escorial para el próximo día 15. Torero no en activo es Andrés Vázquez, que piensa que ahora se torea distrito a su época: "En la forma al menos, pues en el fondo es igual, está todo inventado". Vázquez cree, no obstante, que hay un dato muy significativo: "Antoñete, que es de los de mi tiempo, ha vuelto ahora y ha triunfado".