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La 'conexion cántabra'

Federico Venero Herrero, de 36 años y propietario de la joyería Rubí de Santander, ha tenido una actuación protagonista y decisiva en el descubrimiento, por lo que respecta a la conexión cantabra de los seis policías expedientados. Dos de los policías supuestamente implicados -Miguel Ángel Bercianos Torres y Antonio Caro Fontanillo- se encontraban destinados en Santander.

"Es que no podía más, estaba hasta los c.... No podíamos vivir así y había que cortar por lo sano", afirma Federico Venero. Con aquella frase da a entender que la campaña de extorsiones de que era objeto por parte de determinados agentes destinados en la comisaría de policía de Santander y posteriormente trasladados en comisión de servicio a otras regiones le indujo a "tirar de la manta" y a presentar hace cuatro meses en el juzgado de instrucción número 4 de esta capital la denuncia.

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Federico Venero confirmó ayer a EL PAÍS que ha sido «chantajeado por algunos inspectores" y que se encuentra amenazado de muerte. "Ayer mismo, por teléfono", puntualiza, "he sido nuevamente amenazado dos veces de muerte. Conozco la voz, sé perfectamente quién era y voy ahora a comunicárselo al juez, a quien en enero pasado acudí para darle cuenta de lo que ocurría".

"Eso sólo lo he declarado en parte ante el juzgado", afirma el joyero, refiriéndose a que los inspectores que lo extorsionaron se hayan dedicado a vender armas a delincuentes, al tráfico de drogas, a compartir con ellos el botín de los asaltos, a proteger a asesinos y a preparar operaciones rocambolescas para deshacerse de delincuentes incómodos, según ha publicado en su último número el semanario Cambio 16, al que se propone rectificar. "Por ejemplo, se habla de Carlos Lizárraga, de la policía judicial de Santander, y yo a ése no lo conozco. Y a Antonio Caro, sí que le he mencionado en las declaraciones, pero sin denunciarlo".

Desde. el pasado enero, el teléfono de la joyería quedó intervenido, mientras el juez Javier Cruzado Díaz comenzaba la instrucción del sumario como consecuencia de las denuncias formuladas por Venero. Simultáneamente, se hacía otro tanto con los teléfonos de determinados miembros del Cuerpo Superior de Policía.

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