La policía considera el atentado obra del 'comando España' de ETA

Responsables de la lucha antiterrorista consultados por este periódico afirmaron que las investigaciones policiales sobre el atentado frustrado contra el presidente del Consejo General del Poder Judicial, Antonio Hernández Gil, se dirigen hacia el comando España de la organización terrorista ETA Militar como autor de esta acción.

A pesar de que en un principio se dudó de que el atentado frustrado fuera obra de ETA Militar por el nuevo método explosivo utilizado, expertos de la lucha antiterrorista afirmaron a este periódico que el atentado llevaba la marca de esta organización terrorista.

La policía busca a un joven que salió corriendo desde la acera próxima al lugar donde se encontraba el vehículo que llevaba el explosivo y que, según parece, podría haber sido la persona que accionó el mando a distancia para explotar las cargas.

José Fernández Sánchez, el conductor del vehículo del presidente del CGPJ, salió pistola en mano nada más explotar las cargas y confirmó que vio a un joven alejarse corriendo hacia el estadio Santiago Bernabéu, donde, parece que le esperaba un vehículo, en el que huyó.

Asimismo, se investiga la procedencia del vehículo. que se utilizó para colocar las cargas explosivas y que fue aparcado en doble fila para situarse paralelo al vehículo de Hernández Gil.

Expertos de la policía también tomaron pruebas de posibles huellas dactilares en el vehículo que portaba el explosivo y fue aparcado en segunda fila por miembros del comando terrorista. Sin embargo, esas gestiones no han dado resultado alguno.

A pesar de las primeras dudas sobre los autores del atentado, fuentes policiales explicaron ayer que sólo una organización terrorista como ETA Militar dispone en Madrid de información sobre el presidente del Consejo General del Poder Judicial y la infraestructura necesaria para llevar a cabo tal acción. Estas fuentes relacionan el atentado con las próximas elecciones y con las conversaciones iniciadas entre HB y el PNV para buscar una salida negociada a la violencia, de forma que la organización terrorista pretende negociar presentándose con una postura de fuerza.