Santa Cruz de Tenerife acelera su plan de urbanismo ante la próxima visita de los Reyes

La visita de los reyes Juan Carlos y Sofía, el 24 de mayo, a Santa Cruz de Tenerife, para asistir a la celebración del Día de las Fuerzas Armadas y a la del Mundobasket 86 en dicho municipio, ha animado a su Ayuntamiento a acelerar el proyecto iniciado hace siete años para transformar esta capital canaria en una "ciudad para vivir".

La expansión horizontal de la ciudad, el celo por su pasado arquitectónico, la proliferación de espacios verdes y la recuperación de edificios nobles para la cultura son algunos de los rasgos de una cirugía municipal que ha opuesto al desarrollismo y la especulación la filosofía imperante en Europa de que "conservar es moderno".Hace siete años, el equipo municipal presidido por el alcalde Manuel Hermoso, que ha gobernado la ciudad desde entonces, tomó conciencia de que, con el plan de volúmenes vigente la ciudad crecería hacia arriba y terminaría convirtiéndose en un "gigante con pies de barro", matiza el primer teniente de alcalde, Adán Martín Menis.

Las licencias de construcción se congelaron durante dos años para, evitar "la mala copia de una Nueva York de bolsillo". "Lo difícil fue convencer a la derecha de que era un comunista, el arquitecto Rafael Cacer, el encargado de maquillar el nuevo rostro de Santa Cruz de Tenerife", recuerda el arquitecto Carlos Schwartz.

Surge así un Plan Especial de: Reforma Interior (PERI) que entendió la fidelidad a la historia, como un acto vanguardista y que puso las bases para que la capital canaria creciera por sus flancos; sin renunciar al sabor cosmopolita y añejo que le imprimen el puerto y, su trazado urbanístico.

Dos acontecimientos inusuales; en Santa Cruz de Tenerife, la presencia de los Reyes de España en esta isla y la celebración en Santa Cruz de Tenerife de una fase del Mundobasket 86, en mayo y julio, respectivamente, han hecho tornar conciencia a su población (unos 200.000 habitantes) de que la suya es una ciudad que ha recobrado el placer de pasear sin agobios, acariciados por la brisa marinera de su bahía.

La 'nueva' Plaza de la Candelaria

La actual reforma de la plaza de la Candelaria, un céntrico lugar que ha sido escenario de todos los avatares históricos de la ciudad, o la fiel reproducción de un rincón recoleto de la misma, la plaza del Príncipe, son algunas muestras de un ambicioso proyecto de ciudad relajada que mereció el Premio Nacional de Urbanismo por establecer, con su PERI, una pauta urbanística y arquitectónica secundada en otras zonas de España.El Ayuntamiento pretende ofertar esta imagen sin par a un turismo de alto poder adquisitivo. Antes faltan por resolver sólo dos lagunas: la reorganización del tráfico y el transporte público. Una instalación hotelera de cuatro estrellas que iría situada en las Teresitas, playa artificial de cerca de dos kilómetros de largo, y la creación de un parque marítimo de 80.000 metros cuadrados de superficie serían los principales alicientes de esa industria del ocio que pretende explotar la capital canaria aprovechando el acontecimiento baloncestístico.

Esta "reconversión" de la ciudad sólo ha sido posible con el endeudamiento de su Ayuntamiento con la banca española y extranjera.