Muchas novedades en la dirección de los comunistas italianos
El Comité Central del Partido Comunista Italiano (PCI), recién elegido por el 17º congreso, celebrado en Florencia, acaba de designar las nuevas secretaría y dirección, con muchas e importantes novedades. Algunas de ellas eran esperadas, pero otras han resultado una sorpresa. Con estos nombramientos, el secretario general, Alessandro Natta, queda ratificado como el gran vencedor del congreso.
Natta será un líder con plenos poderes, y no un rehén de un comité político, un senado de hombres ilustres llamados a aconsejar a la secretaría, según se había considerado antes del congreso. Este comité fue creado en 1966, tras la dura polémica entre Giorgio Amendola Pietro Ingrao y ejerció hasta 1975, cuando fue abolido por Enrico Berlinguer. Ahora se deseaba resucitarlo para dar a entender a Natta que era sólo un secretario de transición. El hecho de que el nuevo Comité Central haya desechado la idea demuestra claramente que Natta fue el gran vencedor del congreso.Las otras novedades residen en la secretaría, de nueve miembros. Los excluidos son nombres de primera línea: Renato Zangheri, el ex alcalde de Bolonia, que ha pasado a ser el jefe de los diputados comunistas; Ugo Pecchioli, tina especie de ministro del Interior del partido y que ahora será jefe de los senadores; Giancarlo Pajetta y Adalberto Minucci, que será sólo el segundo de Zangheri.
La nueva secretaría, que es el verdadero motor del poder del partido, está compuesta, además de por Natta, por Achille Occhetto (50 años), como coordinador único de la secretaría y que, en la práctica, será un vicesecretario Giorgio Napolitano (60 años) quien, además de entrar en la secretaría tendrá el puesto clave de encargado de la política exterior, en sustitución de Pajetta. Napolitano representa el ala filosocialista y filoatlántica del partido.
Otra de las novedades es el salto a la secretaría de Giuseppe Chiarante, hasta ayer director de Rinascita, el semanario comunista. Se queda Alfredo Reichclin como responsable del sector económico.
Entre los jóvenes también permanece Gavino Angius (39 años), responsable de organización. Massimo d'Alema (36 años) entra en el olimpo comunista para dirigir la Prensa y propaganda. Y, por fin, Livia Turco, de 30 años, una excepción en la historia del PCI. Se trata de una católica declarada que acababa de entrar en el Comité Central y ya ha subido a la secretaría; se ocupará del sector femenino. Pertenece a la izquierda del partido. Por fin, Aldo Tortorella se queda en la secretaría como consejero de Natta, mientras Chiaromonte pasa a dirigir el diario L' Unitá.
Por primera vez, entra en la dirección Giovanni Berlinguer, hermano del fallecido secretario, y se queda fuera de todo, secretaría y dirección, el líder del grupo prosoviético Francesco Cossutta.
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