Cien mujeres de Guadix se encierran en la catedral tras el desalojo del ambulatorio
La localidad granadina de Guadix -20.000 habitantes- vivió ayer un nuevo día de tensión tras los graves enfrentamientos del martes por la tarde, cuando un centenar de guardias civiles desalojaron a las mujeres que permanecían encerradas en el ambulatorio clínico, en protesta por la reforma sanitaria de la Junta de Andalucía. El centenar de mujeres volvió a encerrarse ayer, en esta ocasión en la sacristía de la catedral. Según algunas fuentes, dos de las tres personas detenidas en los incidentes son de conocida ideología conservadora.
En los incidentes resultaron heridas 16 personas, 11 de ellas guardias civiles. Según la versión oficial, los agentes fueron apedreados cuando invitaban a las mujeres a concluir su encierro, con el que exigían la dependencia sanitaria de Granada y no de Baza (localidad de unos 20.000 habitantes donde el 1 de mayo entrará en funcionamiento un hospital). Tras el desalojo, la Guardia Civil fue agredida por unas 500 personas, según dicha versión. "Ante la insistencia de tales agresiones, los agentes se vieron forzados a repelarles y a protegerse de las amenazas de que eran objeto", agrega la nota.Sin embargo, algunos vecinos aseguraron que las mujeres fueron "desalojadas a patadas". "A mí", aseguraba una mujer, "me apuntaron al cuello con una metralleta". Estas fuentes explicaron que las mujeres se vieron envueltas en una "batalla campal" cuando participaban en una sentada a las puertas del ambulatorio, y negaron que los vecinos iniciasen las agresiones.
Tras el enfrentamiento, un millar de personas acosó a los vehículos de las fuerzas que habían intervenido, durante tres kilómetros por la carretera que conduce a Granada. Varios coches sufrieron desperfectos. En las primeras horas de la madrugada de ayer, las mujeres se concentraron ante las puertas del ambulatorio y prendieron hogueras, pero no se registraron más incidentes. Los siete concejales de AP han presentado su dimisión por "el empleo de la fuerza para zanjar unas justas reivindicaciones en un país democrático". "Dimitimos por encontrarnos en un callejón sin salida, debido a la política parcial del PSOE", afirman.
De otro lado, el socialista Salvador Holgado, nombrado para sustituir como alcalde a Salustiano Pérez Moya (que abandonó la localidad tras recibir amenazas) se encuentra remiso a aceptar su nuevo cargo, a la vista de los últimos acontecimientos, con los que se sigue contestando la decisión de la Consejería de Salud, de acuerdo con la mayoría de los alcaldes de la comarca, de construir el hospital comarcal en Baza, en lugar de en Guadix. Se especula con que el ayuntamiento sea regido por una gestora hasta las elecciones municipales, en 1987.
"Terror psicológico"
Por su parte, el consejero de Salud, Pablo Recio, negó a este periódico que se hubiese producido un endurecimiento de la postura de la Consejería en el contencioso. Recio calificó de "explicación genérica" el comunicado emitido el martes antes de los incidentes, que decía que "las actitudes de tolerancia y comprensión tienen como límite el punto donde se inicia el desgobierno", y que, por ese motivo, habían recabado "el apoyo de la autoridad gubernativa".Recio explicó que el desalojo tenía como objetivo el poder realizar las obras de acondicionamiento del ambulatorio como centro coordinador de distrito. "Lo que no se puede", precisó, "es mantener los niveles de desgobierno y de terror psicológico que hay allí". El consejero de Salud señaló que no se hacía responsable de los incidentes y que, personalmente, hubiera preferido que "la compañía de apoyo (de la Guardia Civil) se hubiese mantenido alejada".
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