Los dirigentes andaluces se centrarán en su propia campaña para el Parlamento autónomo

La generalidad de los líderes políticos andaluces se mostró ayer resignada en unos casos y satisfecha en otros ante el hecho de que hayan sido convocadas para el mismo día las elecciones legislativas y las regionales. Convencidos de que estas últimas han quedado sin la mayor parte de su valor político, ante el envite nacional, los partidos se disponen a centrar sus esfuerzos en su propia campaña en Andalucía y dejar a las direcciones nacionales el peso de las legislativas. Ninguno de estos grupos piensa, en principio, en que un mismo candidato figure a la vez en la lista para el Congreso o el Senado y en la del Parlamento regional

.Salvo el partido gobernante, el PSOE, todos los grupos han expresado formalmente opiniones contrarias a la unión de las elecciones legislativas y las regionales. El presidente regional de AP, Antonio Hernández Mancha, habló de "lamentable poco respeto para las instituciones andaluzas" y afirmó que una de las razones principales de la convocatoria simultánea es la existencia de pronósticos muy negativos para los socialistas si éstos hubieran comparecido solos en Andalucía.

En esta tesis coincidieron Hernández Mancha y el comunista Julio Anguita, que dirige la alianza de izquierda denominada Convocatoria por Andalucía. Anguita afirmó que el líder socialista andaluz, José Rodríguez de la Borbolla, presionaba a la dirección federal del PSOE desde hace 15 días para evitar el mal resultado que habría obtenido de presentarse en solitario ante el electorado. Los socialistas, en cambio, niegan rotundamente tales vaticinios, y afirman que la oposición sabe que el PSOE está en condiciones de obtener más del 50% de los votos andaluces y por tanto una mayoría absoluta aplastante.

Críticas al PSOE

Anguita apuntó también como causa de la disolución anticipada de las Cortes el que ante un ataque de la OTAN a Libia que, según dijo, se está preparando, el Gobierno español prefiere no tener el Parlamento reunido. A las críticas de Anguita, que calificó al PSOE de "mafia política", se unen con más fuerza aún las de los dos candidatos a la presidencia de la Junta de Andalucía en principio más perjudicados por la unión de las elecciones: el andalucista Luis Uruñuela, que pierde en gran medida la carta del nacionalismo y califica lo sucedido de "traición" al pueblo andaluz, y las del reformista Luis Marín, que incluso llegó a proponer algún tipo de protesta colectiva en el pleno del Parlamento regional que comentó ayer por la mañana. Sin embargo, otras fuentes del propio Partido Reformista estiman que para su opción es mejor el cartel de Miquel Roca que el de Marín, aunque éste sufra el perjuicio de perder, un lanzamiento político personal a escala nacional.

Por lo demás, todos los partidos andaluces piensan separar, salvo excepciones, las listas del Parlamento regional de las correspondientes al Congreso y el Senado. En principio, una misma persona puede ser a la vez candidato a diputado de la nación y a diputado regional, aunque de salir elegido para ambos puestos tendría que optar después por uno u otro. El escaño regional, en cambio, es compatible con el cargo de senador.

No obstante, los principales dirigentes coincidieron ayer en que la idea de sus partidos es no mezclar unas listas con otras, descargando en las direcciones nacionales la responsabilidad de confeccionar las dos correspondientes a las Cortes. La situación más confusa se da respecto a la Convocatoria por Andalucía, que Julio Anguita había llevado más lejos que el PCE en sus intentos de convergencia de izquierda.

El candidato comunista afirmó, no obstante, que la coincidencia de las legislativas no influirá en la Convocatoria, ni hará modificar su programa: "Mi candidatura es a la presidencia de la Junta, y punto". Sin embargo, dijo que ahora su verdadero contrincante es Felipe González, y manifestó, por otra parte, que "ya está sentenciado" el posible acuerdo con los carrillistas, respecto al que no hay nada que hacer, según indicó.