Una crisis gubernamental.
La primera y única crisis gubernamental socialista sobrevino, tras una lenta gestación, el 4 de julio del pasado año. Miguel Boyer, ministro de Economía y Hacienda, y Fernando Morán, ministro de Asuntos Exteriores, abandonaron sus cargos, para ser reemplazados respectivamente por Carlos Solchaga, hasta entonces ministro de Industria y Energía, y Francisco Fernández Ordóñez, presidente del Banco Exterior. Joan Majó sustituyó a Solchaga en Industria, y Javier Sáenz de Cosculluela a Julián Campo en Obras Públicas y Urbanismo. Abel Caballero se hizo cargo de la cartera de Transportes, Turismo y Comunicaciones, desempeñada hasta entonces por Enrique Barón, mientras que Félix Pons ocupó la cartera de Administración Territorial, en sustitución de Tomás de la Quadra-Salcedo. Javier Solana, ministro de Cultura, mantuvo su cargo al tiempo que pasó a ocupar las funciones de portavoz del Gobierno, misión que hasta entonces desempeñaba Eduardo Sotillos.