Los últimos británicos de la zona musulmana se pasan a Beirut Este
La mayor parte de los británicos y norteamericanos que residían hasta ayer en Beirut Oeste (sector musulmán de la capital libanesa), fue evacuada ayer hacia Beirut Este (sector cristiano), escoltados por la policía y milicias musulmanas. En la caravana iban 35 británicos, un norteamericano, un irlandés y un neozelandés, la mayoría profesores de instituciones occidentales, atemorizados por el asesinato, la semana pasada, de los maestros británicos Leigh Douglas y Phillip Patfield y el bibliotecario norteamericano Robert Kilburn. Para muchos occidentales, la actual crisis es la peor desde que comenzó la guerra, hace 11 años.
"Estamos viviendo los últimos días de Beirut", decía un corresponsal extranjero mientras miraba la partida de los británicos, previamente concentrados en el hotel Carlton. Junto con los norteamericanos, que también han abandonado ya el sector musulmán de la capital libanesa, los británicos mantenían vivos la universidad Norteamericana, el colegio Universitario de Beirut, el hospital Norteamericano y el colegio Internacional, hasta no hace mucho el más prestigioso de Oriente Próximo.Los evacuados cruzaron la línea verde, que divide ambos sectores de Beirut, en autobuses policiales y coches particulares, escoltados por siete jeeps de la policía. En eflos, además de guardias uniforrnados, viajaban 30 milicianos drusos armados con rifles automáticos y lanzagranadas. fin tres de los jeeps había armas antiaéreas listas para disparar.
La caravana salió del hotel poco después de las siete de la mañana (la misma hora en la España peninsular) y cruzó la línea verde 10 minutos después, sin que se registraran incidentes.
"Ahora me voy a Beirut Este, pero pienso regresar. Llevo aquí 20 años", decía un británico de 60 años. Otro, un niño de 12 años cuya familia también evacuaba la zona, reconoció estar muy triste. "Dejo aquí a todos mis amigos", aseguro. "Dejar a amigos libaneses maravillosos y leales es muy duro, pero es más triste ver el colapso de todo aquí", afirmó el profesor Joan Crooks.
La última colonia
La británica era la última colonia extranjera que resistía la anarquía mortal que ha destruido lo que fue la ciudad más occidentalizada del Oriente Próximo. Para los británicos, la vida se hizo imposible después del apoyo otorgado por el Gobierno de Margaret Thatcher al ataque aéreo norteamericano contra Libia, el pasado martes.El mismo día en que fueron hallados los cadáveres de los tres occidentales en la montaña de Chuf, a unos 25 kilómetros al este de la capital libanesa, fue atacada la residencia del embajador británico en Beirut Oeste por varios individuos que lanzaron granadas desde un automóvil en marcha.
Simultáneamente, fue secuestrado por cuatro hombres armados el cámara de televisión Jolín, McCarty, mientras se dirigía al aeropuerto para abandonar el país. Ese día, numerosos periodistas norteamericanos, británicos y neozelandeses fueron evacuados hacia Beirut Este en helicópteros. Otros, que estaban en vacaciones, ya no volverán.
Sólo una de las cuatro principales agencias internacionales de Prensa mantiene periodistas en el Beirut musulmán. Camarógrafos turcos están reemplazando a los occidentales.
Beirut Oeste era, antes de la guerra, la verdadera capital de Líbano, su centro cultural y comercial. Hasta la invasión israelí de 1982, era uno de los centros culturales y financieros más florecientes de Oriente Próximo. El golpe fatal lo dio la ocupación por las milicias musulmanas en febrero de 1984, tras lo cual proliferaron los grupos armados financiados por Siria, Irán y Libia.
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