Martínez Torres temía perder su 'topo' en el PCE
El comisario general de Información, Jesús Martínez Torres, admíte que la policía tenía un topo en el Partido Comunista de España (PCE), según se desprende del sumario del caso Medina, inspector acusado de infidelidad en la custodia de documentos. Uno de los documentos quele intervino la policía en su domicilio se refiere al espionaje político en el PCE. En este sumario se incluye una declaración de Martínez Torres al magistrado del Juzgado de Instrucción número 20 de Madrid en la que dice que "respecto al documento 27 [sobre el PCE], caso de darle publicidad supondría un grave daño para la fuente de información de los datos en ellos recogidos".Martínez Torres contestó. con un escrito al juez en virtud del sumario 71/83-A, abierto al inspector Juan José Medina. En su contestación, Martínez Torres señala que "las fotografías intervenidas en el domicilio del inspector Medina Lozano ( ... ) pertenecen a 162 civiles y militares, integrantes de los servicios de inteligencia militar de Presidencia del Gobierno y Alto Estado Mayor".
"Respecto al documento 28 [sobre pasaportes], en el que se dan 51 nombres y filiaciones verdaderas de militares y civiles pertenecientes a los mismos servicios de información", señala el escrito de Martínez Torres, "al menos varios de ellos continúan labores de gran reserva, y el conocimiento de estos datos, así como su personalidad supuesta, supondría un grave riesgo para su seguridad personal".
"Asimismo, el conocimiento por personas ajenas al servicio, es decir, la publicidad de estos datos, tanto del documento 28 como del 29, supondría un gravísimo daño para la causa pública, ya que sería el desmantelamiento de los Servicios de Seguridad e Inteligencia de nuestro país, que produciría daño costosamente reparable en nuestra defensa", añade el escrito.
Por otra parte, en la declaración de Antonio Piqueras, secretario general de la Comisaría General de Información, ante el juez, en el mismo sumario, se indica que estos documentos son "de carácter confidencial o secreto, que por su propia naturaleza sólo son conocidos por él mismo y por las funcionarias, que realizan los escritos en limpio", y añade que tales documentos, son "remitidos en limpio al director de la Seguridad del Estado", Julián Sancristóbal.
El destino de los originales es, según la declaración de Piqueras, "ser guardado bajo llave, en un armario de su propio despacho [el de Piqueras] en espera de su destrucción definitiva, transcurrido que sea un periodo de tiempo prudencial".
A este respecto, en el escrito remitido al juez por Jesús Martínez Torres. se dice que "es imposible que estos documentos estén tirados en los pasillos de la Comisaría General de Información, ya que son considerados secretos y se hallan archivados en lugares de máxima seguridad".
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