El fiscal antidroga afirma que el Gobierno no ha respaldado su gestión
"Hice un esfuerzo por encontrar una definición coherente a la figura que se me encomendaba, pero me he encontrado no sólo con resistencias corporativas, como la policial, sino también con otras de nivel superior, porque esa resistencia corporativa no hubiera podido mantenerse sin el respaldo de los niveles políticos", dijo a El PAÍS José Jiménez Villarejo, fiscal especial antidroga, al que el pasado jueves le fue aceptada la dimisión.Jiménez Villarejo explicó que se encontró con la absoluta falta de colaboración de la cúpula policial y no más ayuda de los responsables políticos, y dijo no entender para qué se creó la figura del fiscal especial antidroga si no se pensaba en encomendarle la coordinación de las fuerzas policiales que trabajan en ese ámbito.
De las numerosas ocasiones en que los profesionales de la policía y sus responsables políticos dieron muestras de hostilidad hacia el fiscal antidroga, dos fueron especialmente públicas y relevantes: la comparecencia de aquél ante la Comisión de Justicia e Interior del Congreso, donde los diputados le preguntaron por la pérdida de estupefacientes en dependencias policiales y Jiménez Villarejo reconoció la existencia de algunos casos, y las declaraciones de un portavoz policial en las que decía que hacían una política de oídos sordos con el fiscal especial. "Ni la noticia fue desmentida ni se anunciaron sanciones contra el autor de tamaña impertinencia. Para mí fue la gota que colmó el vaso", dijo Jiménez Villarejo.
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