El presidente dejará de acudir a Barajas para recibir a los estadistas en visita oficial

El presidente del Gobierno español no volverá a recibir ni a despedir en el aeropuerto a ningún jefe de Estado o de Gobierno que llegue a España en visita oficial. El Rey, en cambio, sí estará presente para acoger y decir adiós a los jefes de Estado. Mañana lunes, con el inicio de la visita oficial a Madrid del primer ministro danés, Poul Schlüter, se estrenará el nuevo protocolo, que se ha simplificado atendiendo a razones de seguridad y para evitar pérdidas de horas de trabajo a los altos cargos de la nación, según fuentes de la Presidencia del Gobierno.

El nuevo protocolo ha sido elaborado por el servicio de Protocolo del Estado de la Presidencia del Gobierno, que dirige Joaquín Martínez Corrocher, en colaboración con la Casa Real.Hasta el momento, el Rey era acompañado en los recibimientos de jefes de Estado extranjeros por el presidente del Gobierno, varios ministros y los más altos representantes de los poderes legislativo y judicial. A partir de ahora, en el pabellón de Estado del aeropuerto de Barajas sólo estarán presentes los Reyes, el ministro de Asuntos Exteriores (u otro ministro, en ausencia de éste), el alcalde de Madrid, el jefe del Estado Mayor de la Defensa, un vicepresidente del Congreso de los Diputados y un vicepresidente del Senado, así como otras autoridades de menor rango.

Como hasta ahora, el jefe de Estado extranjero en visita oficial en España recibirá honores militares en el aeropuerto a cargo de una compañía integrada por los tres ejércitos. Luego, y como novedad protocolaria, una compañía de la Guardia Real volverá a rendirle honores a su llegada al palacio del Pardo, residencia oficial de los jefes de Estado en visita oficial a Madrid.

Según las nuevas normas protocolarias, el presidente del Gobierno español no tendrá ningún contacto con los jefes de Estado extranjeros que visiten España hasta que realice una visita protocolaria el primer día de estancia de éste en Madrid. Esta visita de cortesía se transformará en una entrevista de 60 a 75 minutos de duración cuando el jefe de Estado extranjero tenga funciones ejecutivas. Como hasta ahora, el presidente del Gobierno español ofrecerá un almuerzo o cena en la Moncloa al jefe de Estado extranjero, y, cuando éste tenga funciones ejecutivas, mantendrá con él una entrevista previa de 75 a 90 minutos.

La recepción en Madrid de los jefes de Gobiernos extranjeros se ha simplificado aún más. Éstos sólo serán recibidos en Barajas por el embajador de su país en España y el jefe del Protocolo del Estado español. Del aeropuerto, los jefes de Gobierno extranjeros marcharán al complejo de la Moncloa, en donde serán recibidos por el presidente del Gobierno español, el ministro de Asuntos Exteriores y el delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid. En la Moncloa, una compañía del Ejército de Tierra rendirá honores militares. El protocolo de las despedidas de jefes de Estado y de Gobierno extranjeros será prácticamente idéntico al de los recibimientos.

80 vuelos en 1985

De hecho, las nuevas normas recogen parte del protocolo que se había ido introduciendo en España en los últimos años, siendo la principal novedad la ausencia del aeropuerto del jefe del Ejecutivo español. "El año pasado, Felipe González hizo en total unos 80 vuelos en helicóptero a Barajas para recibir a jefes de Estado y de Gobierno extranjeros, lo cual suponía un riesgo, además de la pérdida de muchas horas de trabajo", afirma una de las personas que han elaborado las nuevas normas protocolarias.Razones similares han aconsejado también la ausencia del aeropuerto, a partir de ahora, de miembros del Gobierno y de los máximos representantes de los poderes judicial y legislativo. Fuentes del Protocolo del Estado han afirmado que en ocasiones, sólo acudía la mitad de los invitados.

Estas mismas fuentes han añadido que para elaborar el nuevo protocolo se han inspirado en las normas existentes en otros países europeos. La razón de que en el nuevo protocolo el Rey de España siga acogiendo personalmente en el aeropuerto a jefes de Estado extranjeros -cosa poco usual en otros países europeos- ha sido explicada en virtud de que el monarca español "lo prefiere así".