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ANDALUCÍA

Hallados ahorcados en la prisión de Almería los dos sospechosos de forzar y asesinar a una anciana

Los dos jóvenes acusados de la muerte y violación de una anciana en Purchena (Almería) fueron hallados ahorcados con unas tiras de manta que colgaban de los barrotes de la ventana de la celda, dentro de la prisión provincial de Almería. El descubrimiento de los cadáveres se produjo a las 8.15 de ayer. Francisco Cano Fernández, de 25 años, y Luis Martínez Arriaga, de 22, los dos fallecidos, fueron detenidos en la madrugada del 30 al 31 de marzo a las pocas horas de descubrirse el cadáver de la anciana de 73 años María Angustias Carrera, que vivía sola en su casa de Purchena.

El suceso había causado gran indignación entre los 2.000 habitantes de Purchena, que el pasado lunes convocaron un pleno municipal que contó con la asistencia de cientos de vecinos y en el que solicitaron, entre otras cosas, la expulsión de las familias de los dos detenidos en relación con el crimen. El pleno también reflejó el miedo y sobre todo la impotencia ante las denuncias por amenazas y escándalos generados por "la mala bebida de los jóvenes".Los dos acusados del crimen, ambos en paro, fueron trasladados a la prisión de Almería, donde pidieron protección especial por las amenazas de los propios internos que pesaban sobre sus vidas desde su ingreso en este centro sobresaturado. Ayer la población penitenciaria de Almería era de 707 hombres y 21 mujeres, cuando la capacidad oficial es de 183 internos.

Juan Manuel Ruiz, director de la prisión, afirmó que a las 8.20 de la mañana los funcionarios observaron, cuando realizaban el recuento, que los dos jóvenes estaban ahorcados. "Uno de ellos todavía estaba con vida", precisó Ruiz, "se intentó reanimarlo, pero fue imposible". Francisco Cano estaba en libertad condicional por intento de violación a una joven cuando fue detenido, y su comportamiento fue calificado de excelente en el período que pasó por la prisión provincial. Luis Martínez, el otro fallecido, se hallaba en la misma celda, en la número 7 del departamento de celular. En la habitación había restos de sopa y pollo que habían cenado los dos presos. Otros internos que también se encuentran en celdas contiguas bajo protección señalaron que no observaron ninguna irregularidad.

Indicios de suicidio

Juan Carlos Terrón Montero, titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Almería, afirmó a este periódico que a primera vista todo parecía confirmar que se trataba de un doble sucidio. El juez añadió que llegó a los pocos minutos tras el médico y comprobó que había varios escritos, que han pasado a ser "secreto de sumario".El descubrimiento de los dos cadáveres se produjo cuando se hallaba en la prisión Francisco Cano Fernández, de 49 años, padre de uno de los acusados, que se había trasladado al centro penitenciario a las ocho de la mañana para esperar comunicación con su hijo. A las 9.30, mientras se le daba turno, los funcionarios le explicaron que su hijo se había suicidado. "No me han dejado ver el cadáver", dijo Francisco en tono de gran frialdad, que dijo que necesitaba la firma de su hijo para cobrar el subsidio de desempleo al que estaba acogido. "Si mi hijo tenía que pagar por la vida de la pobre María Angustias, que era más que vecina, como una madre, que lo hiciera".

Cano informó finalmente que no sabe si trasladará el cadáver a Purchena. "No tengo dinero, pero sí tenenos para enterrar a mi hijo". "Yo, aunque tuviera una pena de 1.000 años, nunca me habría suicidado", concluyó. Y añadió: "A mi hijo lo han tenido que matar".

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