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Protestas por la suspensión del concierto de Teresa Berganza

Andrés Fernández Rubio

El Teatro Real de Madrid se convirtió anoche en el fragor no de sonidos musicales sino de pitidos, al protestar una buena parte de las más de 1.500 personas que allí se encontraban cuando fue anunciado que la mezzosoprano Teresa Berganza, auténtico plato fuerte del concierto que ofrecía la orquesta de RTVE, no actuaría.Unos minutos después de la hora prevista, las diez de la noche, un representante de la ORTVE salió al escenario y anunció que Berganza no podría cantar por encontrarse enferma. Este portavoz anunció que si alguien no estaba conforme se le devolvería el importe de la entrada.

Luego añadió que el concierto se celebraría actuando en las partes solistas dos integrantes del coro de la ORTVE. Se oyeron entonces gritos que decían que el concierto debía aplazarse y se produjo un gran alboroto entre una parte de la gente que quería que el concierto empezase, y otra, localizada en las butacas más baratas, que pedía el aplazamiento hasta que Teresa Berganza pudiese actuar.

El director, Ángel Gómez Martínez, y la orquesta dejaron el escenario. "Mientras ustedes se ponen de acuerdo la orquesta se retira", dijo el director. Luego volvieron a salir al escenario con media hora de retraso. Un espectador gritó: "¡Empiece, maestro, que la música amansa a las fieras!". El concierto comenzó y se desarrolló con normalidad.

El programa, repetición del ofrecido el jueves 10 en el mismo teatro, incluía obras de Ravel, Debussy y las Siete canciones populares de Manuel de Falla, que finalmente fueron interpretadas ayer por dos integrantes del coro de la ORTVE.

Gómez Martínez explicó lo sucedido diciendo que "una parte pequeña del público, pero bastante ruidosa, se creyó que se le estafaba, cuando en realidad tres horas antes del concierto Teresa Berganza justificó convenientemente, incluído el certificado médico, que no actuaría. Cuando esto sucede con una solista de la calidad de Teresa Berganza, y con tan poco margen de tiempo, se produce un auténtico descalabro. Afortunadamente, la cortesía del público permitió que se concluyera el concierto".

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