El fiscal antidroga cesa en su cargo a petición propia

El fiscal especial antidroga, José Jiménez Villarejo, cesó ayer en su cargo por decisión del fiscal general del Estado, Luis Antonio Burón, que previamente había consultado la opinión del Consejo Fiscal. José Jiménez Villarejo había solicitado su propio cese en noviembre de 1985 por discrepancias con las fuerzas de seguridad.

Jiménez Villarejo, que se ha incorporado ya a la Sala Segunda de lo Penal del Tribunal Supremo, continuará al frente de la fiscalía especial antidroga hasta que su sustituto tome posesión del cargo.

El fiscal Villarejo no quiso comentar las razones por las que había solicitado el cese. Dijo que tenía que mostrarse satisfecho porque se había aceptado su petición de cese, pero que no lo podía estar por los resultados de su trabajo. "Aunque en última instancia no soy yo quien tiene que juzgar los resultados". Jiménez Villarejo, que llevaba dos años en el cargo, había manifestado a los medios informativos a lo largo del año pasado que encontraba dificultades en los cuerpos de seguridad para cumplir sus objetivos, y consecuentemente había solicitado el mando directo de fuerzas de policía, por entender que la fiscalía antidroga se había convertido en una oficina de redactar informes. La petición de Jimenez Villarejo de tener mando directo sobre fuerzas de seguridad no fue satisfecha.