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Detenidos dos hombres en Torrejón de Ardoz como supuestos autores de un homicidio

Amelia Castilla

José Ángel Sainz Buñuel, de 23 años, y su cuñado Inocencio Oiza Hernández, de 25, pasaron ayer a disposición del juez de guardia de la localidad de Alcalá de Henares, acusados de un supuesto delito de homicidio. La víctima, Ignacio Fernández Niño, de 28 años, apodado el Indio, según la policía, extorsionaba a Sainz Buñuel.

El suceso ocurrió el pasado martes alrededor de las 21.30 horas en el domicilio de uno de los detenidos, situado en una vivienda de planta baja de la calle de la Libertad, en la localidad de Torrejón de Ardoz. Al parecer, el Indio extorsionaba desde hacia algún tiempo a Sáinz Buñuel, propietario de una frutería, que decidió acabar con esa situación y dar un escarmiento al chantajista. El frutero solicitó la ayuda de su cuñado y citaron a la víctima en el chalé del primero. Cuando el Indio llegó a la casa lo golpearon con un bate de béisbol en la cabeza, le clavaron una flecha en un brazo y le dispararon con una escopeta de perdigones, según informó la policía.Un vecino escuchó los disparos y avisó a la Policía Municipal, que se presentó en el domicilio del frutero. Sáinz Buñuel manifestó en comisaría que una hermana suya, que es adicta a la heroína, mantenía frecuentes contactos con delincuentes. En una ocasión el domicilio del otro detenido fue robado y Sainz Buñuel trató de recuperar lo sustraído. A través de su hermana, acusada por la policía de haber instigado al robo en la vivienda de su familia, se puso en contacto con el Indio. Con el pretexto de devolverles lo robado, éste empezó a sacarles dinero.

El mismo delincuente le abordó cuando salía de Mercamadrid, y mediante amenazas de muerte con una pistola trató de que le firmara un talón. El detenido manifestó que pudo convencerlo de que no llevaba talonario y se ofreció a facilitárselo después de Semana Santa. Decidido a terminar con esa situación, pensó en dar un escarmiento al delincuente, y para ello pidió ayuda a su cuñado. El pasado lunes adquirió en unos grandes almacenes la escopeta y la ballesta.

El fallecido tenía antecedentes por daños, hurto y tenencia ilícita de armas y había sido detenido en 10 ocasiones. Estaba conceptuado como delincuente habitual y muy peligroso.

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