Dos enclaves vitales
Las bases norteamericanas en Filipinas, Subic Bay y Clark, son las instalaciones militares más importantes de Estados Unidos fuera de sus fronteras. Se trata de dos enclaves vitales para la estrategia de Washington en los oceános, Pacífico e Indico, sobre todo a raíz de la retirada de Estados Unidos de Vietnam. En ellas hay un total de 17.000 militares norteamericanos.El actual tratado que regula las bases norteamericanas en Filipinas expira en 1991, y las condiciones económicas en que se sustenta son revisadas cada cinco años. Para el período entre 1984 y 1989 EE UU concede a Filipinas una ayuda de 900 millones de dólares (unos 130.000 millones de pesetas).
El valor de este complejo militar se basa en que es el guardián de una ruta por la que pasa la mitad del petróleo que va del golfo Pérsico a Occidente y es un punto neurálgico para el control de la presencia soviética en el Pacífico.
La base naval de Subic Bay, situada a 90 kilómetros de Manila, tiene capacidad para 20 navíos de guerra, incluidos portaviones y submarinos, y sirve de base a la Task Force 77 (fuerza de choque) de la VII Flota. Tiene tres grandes diques para reparar portaviones. Cuenta, además, con un aeropuerto con más de 100 aparatos.
La base aérea de Clark sirve de base a un ala táctica de caza con aviones F 104 y otra de transporte con aparatos Hércules C 130. En total hay unos 200 aviones. Es el cuartel general de la 13ª Fuerza Aérea de Estados Unidos, que controla la región del Pacífico suroccidental. Desde ella es aprovisíonada la importante base de Diego García.
Además de estas dos grandes bases, Estados Unidos cuenta en el archipiélago filipino con 20 puntos con instalaciones de radar y de comunicaciones.
Las bases norteamericanas inyectan en la economía de Filipinas en concepto de contratos y salarios 330 millones dólares anuales (cerca de 50.000 millones de pesetas) y dan trabajo a 33.000 filipinos.
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