Marcos, rey de la selva.
El primer ministro de Nueva Zelanda, David Lange, ríe abiertamente al contemplar un retrato de Ferdinand Marcos, colgado en el palacio presidencial de Malacañang, en Manila, en el que el ex dictador filipino posa como un Tarzán de la jungla. Lange, que lleva en la mano su propio aparato fotográfico, tomó varios planos del interior del palacio, donde también inspeccionó un avanzado equipo quirúrgico instalado en el que fue dormitorio de Marcos. Antes de recorrer el edificio, el dirigente neozelandés, que visita oficialmente el archipiélago, se entrevistó con la nueva presidenta, Corazón Aquino.
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