Una segura cárcel de mujeres
Michele Sindona estuvo siempre, desde octubre de 1984 -cuando fue entregado por las autoridades de Estados Unidos-, en la cárcel de máxima seguridad de Voghera. Se trata de una prisión de mujeres, donde era el único preso varón. Es la más moderna de Italia y quizá de Europa. Superblindada y supercomputerizada hasta el punto de que las puertas se abren y se cierran raediante un ordenador. En cada una de las 100 celdas hay tres cámaras de televisión que permiten observar en todo instante los movimientos del detenido.Sindona ingresó en esa cárcel porque se la consideraba inexpugnable. Para él se cons truyó una celda especial. Cons ta de dos habitaciones con tal número de ventanas para poder ser observado que parece tina jaula de cristal. Le vigila ban día y noche, además de las tres cámaras, 24 policías. La comida para Sindona se preparaba aparte y bajo vigilancia. Todo era probado por un agente. Después se precintaba en unas cajas de metal que sólo eran abiertas Lnte Sindona. Por eso es un misterio cómo pudo entrar el cianuro en la taza de café que bebió el llamado banquero de Dios.
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