El Gobierno filipino negocia una tregua con la guerrilla

Las autoridades militares de Filipinas han proclamado un alto el fuego de alcance local con las guerrillas comunista y musulmana en la isla de Mindanao (al sur del archipiélago), con el fin de negociar la paz, según informaciones procedentes de la zona. Un responsable comunista anunció ayer nuevas condiciones para un alto el fuego más amplio.

Según informó ayer, el diario Manila Bulletin, el comandante de la región militar de Mindanao, general Rodrigo Gutang, ha declarado que la proclamación de la tregua se sitúa "en la línea de la política de reconciliación" de la jefa del Estado, Corazón Aquino. Durante las últimas semanas, el Gobierno ha liberado a más de 400 prisioneros políticos, incluyendo a varios dirigentes comunistas.Sin embargo, uno de los dirigentes del Partido Comunista Filipino en la zona de Visaya, en el centro del país, declaró ayer a la agencia France Presse que el partido ha formulado nuevas condiciones previas a cualquier negociación con el Gobierno, y afirmó que mientras se producían los contactos no cesarían el combate. El cardenal Jaime Sin había anunciado la semana pasada en Roma que el pasado lunes, día 17, la guerrilla comunista dejaría la lucha.

Cory Aquino designó ayer al abogado criminalista José Diokno presidente de una comisión especial sobre derechos humanos dotada de plenos poderes, incluido el derecho a reabrir el sumarlo relativo al asesinato, en 1983, de su esposo, el entonces líder de la oposición, Benigno Aquino. La comisión investigará todas las acusaciones relativas a asesinatos, torturas y desapariciones, así como otras violaciones de derechos humanos cometidas por la Administración del derrocado presidente Ferdinand Marcos.

Diokno, viejo luchador en pro de los derechos humanos, fue encarcelado en 1972, cuando Marcos impuso la ley marcial, mantenida en vigor durante nueve años. Diokno presidirá un equipo de siete personas, en el que figura el magistrado José Reyes, que tendrá plena libertad para llamar a declarar a funcionarios o testigos y, si fuera necesario, otorgar inmunidad ante un procesamiento.

Aquino presidirá hoy una reunión del Consejo de Ministros, la segunda desde que hace tres semanas accediera al poder, destinada fundamentalmente a discutir la conveniencia de nombrar un Gobierno revolucionario. Varios colaboradores de Aquino abogan por esta salida; pues ello concedería inmensos poderes al Ejecutivo a la hora de desmantelar la estructura administrativa de Marcos.